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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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A 47 años del pedido de libertad en papel higiénico

A 47 años del pedido de libertad en papel higiénico
LA PAZ El histórico pedido de libertad escrito en una celda policial en 1972, por el abogado Reynaldo Peters Arzabe y presentado ante la Presidencia de la Corte Superior de Justicia del departamento de La Paz, con una disculpa por el uso de un papel higiénico para hacer prevalecer un derecho, cumplió 47 años, este 18 de mayo.

El recurso de Hábeas Corpus, hoy reemplazado por la Acción de Libertad, surgió en una lúgubre habitación de la prisión política del gobierno de facto del coronel Hugo Banzer (1971-1978, y en democracia 1997-2001), ubicada en una esquina de la Plaza Murillo de la ciudad de La Paz, allí donde hoy funciona la Gobernación.

Fueron las paredes de la lúgubre celda llamada “El Tropezón”, las que sirvieron de mudos testigos de la dificultosa tarea de escribir un Hábeas Corpus sin más recursos que un repuesto seco de una puntabola, con la tinta extraída de un delgado tubo plástico al calor de una vela y, 80 centímetros de frágil papel higiénico, relata Peters.

“Era un papel higiénico que se enfrentaba a la metralla asesina de la dictadura que oprimía al pueblo de Bolivia”, resume.

Peters, por entonces un joven abogado y jefe de la juventud del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), fue detenido una semana después de cuestionar al jefe de su partido, Víctor Paz Estenssoro, la alianza con el coronel Banzer, en un bloque político-militar en el que estaba integrada la Falange Socialista Boliviana (FSB). Corría el mes de mayo de 1972.

“Otrosí Primero.- Pido disculpas anteladas… por el papel en que planteo mi demanda, más las condiciones en las que me encuentro no me permiten otra cosa”, se lee hoy en una reproducción de aquél memorial presentado por el demandante Reynaldo Peters contra el demandado, el Jefe del Departamento de Orden Político y Director de la Dirección de Investigación Criminal (DIC).

El documento, considerado hoy un Monumento jurídico, salió del edificio de la policía política escondido en un calcetín, en el momento en que se permitió a la esposa de Peters, María del Rosario Sánchez, retirar la ropa sucia y cambiarla por otra limpia, en el décimo día de encierro.