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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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CIENCIA E HISTORIA

Astronomía y arqueología viven su cita anual en Chichén Itzá

Chichén Itzá, una de las principales ciudades de la cultura maya, ha sido declarada como una de las nuevas maravillas del mundo moderno. Se encuentra en el sureste mexicano.
Astronomía y arqueología viven su cita anual en Chichén Itzá



La arqueología maya, en el sureste de México, cumplirá esta semana su cita anual con la astronomía con el descenso del dios Kukulcán sobre las escalinatas del Castillo de Chichén Itzá que marca el inicio de la primavera en el hemisferio norte.

"Kukulkán desciende poco a poco y cuando llega a la Tierra permanece varios minutos para fertilizar y llenarla de bienaventuranza, después asciende igual que como bajó: lentamente van desapareciendo los cuadrángulos de luz", dice a Efe el astrónomo y matemático mexicano Eddie Salazar Gamboa.

Estudioso del descenso de Kukulcán, que coincide con el equinoccio de la primavera, entre el 20 o 21 de marzo, Salazar explica a Efe que si bien esto es especial, no es el único fenómeno "arqueoastronómico" en las zonas arqueológicas mayas en el sureste de México.

"Yucatán tiene más sitios, como Dzibilchaltún, Oxkintok y el Observatorio de Acanceh para disfrutar", en esta semana en el que se celebra el equinoccio de primavera en el hemisferio norte, asegura el científico mexicano en una conversación con Efe.

En estas tres zonas arqueológicas, todas cercanas a Mérida, capital del estado de Yucatán, existen edificios "que permiten ver espectáculos naturales de luz y sombra que cautivan a los visitantes nacionales e internacionales", explica el astrónomo.

En el Templo de las Muñecas de Dzibilchaltún se vislumbra el sol en cada amanecer durante los días cercanos al equinoccio; en Oxkintok está el Arco Falso que da cuenta de la llegada de la primavera y Acanceh es famoso por haber sido un observatorio astronómico maya.

Salazar se declaró un firme convencido de que se debe promover más la llamada arqueoastronomía que ocurre en Yucatán y recomendó a los visitantes estar atentos a Chichén Itzá pero también informarse de que "pueden descubrir otros fenómenos hermosos de luz y sombra en otras ciudades prehispánicas de Yucatán".

Entre todos estos fenómenos primaverales resaltó el que tiene lugar en el Castillo de Chichén Itzá, sobre cuyas escalinatas coronadas en la base por una cabeza de serpiente de piedra, desciende Kukulcán (serpiente emplumada en lengua maya).

El espectáculo de Kukulkán fue descubierto en los años 70 del siglo XX por vigilantes del sitio arqueológico que reportaron al arqueólogo mexicano Víctor Segovia Pinto que en cada inicio de la primavera se formaba "como una serpiente" en las escalinatas de la pirámide.

"El arqueólogo me buscó para que lo ayude con datos matemáticos y descubrimos muchas cosas que ocurren en el Castillo de Chichén Itzá", relata el astrónomo.

Salazar lamenta la falta de personal y de información a los visitantes de estas zonas mayas en las que "casi nadie explica lo que acontece en ese momento y no se resuelven las dudas de los visitantes que no saben cómo ni por qué sucede".

Salazar descubrió en 1993 que la Serpiente Lunar que desciende dos veces al año.

25 años

El investigador mexicano Eddie Salazar descubrió en 1993 que el descenso de la “Serpiente Lunar” pasa dos veces al año.