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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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Clase política peruana se aferra al Papa para lograr una unidad ausente

Clase política peruana se aferra al Papa para lograr una unidad ausente
La visita apostólica del papa Francisco a Perú está siendo aprovechada por la clase política del país suramericano como instrumento para lograr una unidad y una armonía ausentes desde la crisis de Gobierno surgida a finales del año pasado, si bien aún no está claro que esa fe logre sus objetivos.

"Unidad", "paz", "armonía", "diálogo", esos y otros mensajes del mismo tenor han sido la tónica generalizada en los pedidos y esperanzas que los políticos peruanos han trasladado a Francisco en sus redes sociales, un sentimiento que también ha sido patente entre los ciudadanos de a pie que aguardaban la llegada del Papa para, entre otras cosas, resolver la "crisis moral" y la "falta de unión" del país.

Francisco llegó el jueves a un Perú severamente fracturado en lo político después de un agitado mes de diciembre, que dejó al presidente Pedro Pablo Kuczynski al borde de la destitución y que derivó a su máxima tensión con el indulto que este otorgó a Alberto Fujimori, el expresidente condenado a 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad cometidos bajo su mandato (1990-2000), en vísperas de la Nochebuena.

La tensión dejó al Gobierno de Kuczynski abiertamente enfrentado con el partido fujimorista Fuerza Popular, opositor y mayoritario en el Parlamento, que impulsó su destitución, y a su vez, abrió una brecha aparentemente irresoluble en el seno de dicho partido, entre los partidarios de su líder, Keiko Fujimori, y los de su hermano Kenji.

A su vez, la izquierda liberal que apoyó al Presidente en las elecciones de 2016 ahora reniega del Mandatario por haber incumplido la promesa de no indultar a Fujimori.

La pareja de hijos del expresidente ha ido distanciándose por diferencias políticas, la última de ellas la decisión de Kenji y otros nueve diputados fujimoristas de respaldar a Kuczynski y evitar su destitución, lo que puede resultar en su expulsión del partido. Pese a los esfuerzos de Kuczynski y Kenji para asegurar que ese respaldo no fue responsable del indulto al expresidente, la mayor parte de la ciudadanía y casi todos los grupos parlamentarios creen que se trató de un arreglo entre las partes.

A su vez, el indulto causó que Kuczynski perdiera el apoyo de varios de sus ministros y diputados afines y forzó una reestructuración masiva del Gobierno en busca de "un gabinete de la reconciliación", mientras la popularidad del mandatario sigue bajo mínimos.

Así se explican mensajes como el de la presidenta del Consejo de Ministros, Mercedes Aráoz, quien saludó al Papa con el mensaje de que su fe y amor guiará al Perú "hacia un futuro próspero, de paz y esperanza, donde los peruanos luchemos juntos por aquello que realmente nos une, nuestro querido Perú".

Kuczynski también reflexionó en el mismo sentido, al explicar durante la inauguración del centro de prensa desde el que se cubrirá la visita papal que la presencia de Francisco constituye "una oportunidad para reflexionar y dialogar de cómo un país como el nuestro puede vivir en paz, ser más dialogante, más reflexivo y pensar en el futuro de sus habitantes".

Para los Fujimori, la presencia papal ha servido para bajar levemente la tensión y detener aunque solo sea por unos días el cruce de acusaciones interno.