Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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EL OJO DEL PUEBLO

La salud sin solución

La salud sin solución
Los meses de conflicto que tiene la demanda de los médicos en torno a artículos del Código del Sistema Penal, al cual se suma la población, ha desnudado en parte los problemas que atraviesa el sector salud.

El conjunto de la población ha demostrado su rechazo a esta norma. Paros y bloqueos son la señal, y los últimos de Santa Cruz y Cochabamba demuestran que el Estado, representado por los poderes Ejecutivo y Legislativo, tienen la figura clara de los objetivos de la norma.

A raíz de la demanda de los médicos, se ha desnudado el gran problema que tenemos los bolivianos. En apariencia, se habla de que faltan hospitales, médicos y personal de apoyo, cuando en realidad el tema mismo tiene al menos diez ejes transversales. Para empezar, el “agua”. La carencia y/o la calidad de este elemento, que se dice es un “derecho humano”, es mayor cada día, así como las enfermedades en la población. Se confió que en 10 años de Gobierno responsable se resolvería. Cochabamba es el ejemplo, está peor, aunque digan que ya se terminó Misicuni, porque más de 500 mil habitantes consumen agua de turril, y el resto tiene agua no tratada.

La educación de la población, en cuanto al cuidado que debe tener cada ciudadano, la formación de recursos humanos y centros de capacitación permanente, la dotación de equipos en cantidad y calidad para los centros de salud se deben actualizar e incrementar. La basura sin solución y la contaminación del aire por gases de los vehículos, la calidad de comida “chatarra” que se consume, la contaminación por ruido sin control.

Otros factores, saneamiento básico, más del 50 por ciento de la población (caso Cochabamba) no tiene red de alcantarillado, y tampoco existen plantas de tratamiento de residuos de la red existente, la de Albarrancho procesa mal.

Los alimentos agrícolas producen con riego, en algunos casos, y temporada de lluvia con agua del embalse de la Angostura, el resto del tiempo y espacio con aguas negras provenientes del alcantarillado, y que dicen tiene nutrientes para “cultivos de tallo corto”. Los técnicos justifican el uso de aguas negras crudas, sin ningún tratamiento. Vivimos con estómago enfermo.

En resumen, hay que tratar con seriedad la salud del pueblo y resolver en forma integral, que tenga acceso universal, pero con calidad. Por lo tanto, no se limita a exigir al médico que debe tener más sensibilidad humana, sino al conjunto de factores que envuelven a un enfermo, y la responsabilidad en un 80 por ciento es del Estado y de sus autoridades.