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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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DESDE AFUERA

Trump reinventa estrategia militar de EEUU en un año de gestión

Trump reinventa estrategia militar de EEUU en un año de gestión
"Porque no tenían a Trump como presidente. Existe una gran diferencia si miras al Ejército ahora". Estas controvertidas palabras pronunciadas en octubre por el propio Donald Trump para arrogarse el éxito en la campaña siria alumbran, además, la realidad de una nueva estrategia militar estadounidense.

Desde que el polémico Trump asumiera la Presidencia, este sábado hace un año, el comandante en jefe militar de Estados Unidos ha intentado poner en negro sobre blanco un nuevo enfoque para afrontar un futuro en el que, según ha dicho el mandatario, su país deberá dejar de actuar como principal garante de la seguridad mundial.

Fruto de esta nueva filosofía, la Casa Blanca anunció el pasado 21 de agosto su nueva estrategia de cara al conflicto más duradero de la historia del país: la lucha contra los talibanes en Afganistán.

"Hemos recibido la autorización para atacar al enemigo en un espectro más amplío que en el campo de batalla", reconoció el jefe del Ejército estadounidense y de las fuerzas internacionales en Afganistán, el general John Nicholson.

Las nuevas directrices de Washington dotaron a las Fuerzas Armadas de una mayor libertad de maniobra, un mayor secretismo para evitar posibles filtraciones por parte de sus aliados y, ante todo, el fin a los límites temporales. Es decir, no existen plazos, sólo objetivos que cumplir.

"No vamos a volver a construir naciones. Vamos a matar terroristas", zanjó el Presidente al presentar su nueva estrategia, la cual, pese a estar enfocada en la Operación Centinela de la Libertad que se desarrolla en Afganistán, resume a grandes rasgos la nueva postura del Pentágono.

En realidad, el "instinto original" de Trump al asumir la Presidencia, según ha confesado, le dictaba ordenar la retirada de sus Fuerzas Armadas de Afganistán, Irak y Siria, donde Estados Unidos combate sobre el terreno contra grupos yihadistas como el Estado Islámico (EI) o los Talibán.

Sin embargo, finalmente Trump recapacitó y decidió apostar por lo que podría considerarse un repliegue ordenado según el cual Estados Unidos iría reduciendo su presencia en primera línea de fuego al tiempo que ayudaba en la formación de las fuerzas de seguridad locales con el objetivo de que, a medio plazo, cada país pueda hacer frente a sus propios demonios.

Esta nueva política ha llevado al Pentágono a destinar a cientos de miembros de las Fuerzas Especiales a países donde oficialmente no existen conflictos bélicos; o al menos, donde Estados Unidos no reconoce participar en un enfrentamiento armado, como por ejemplo Níger, donde cuatro boinas verdes fueron abatidos en octubre.

Estas muertes desconcertaron a gran parte de la población estadounidense, que no sabía de la presencia de sus militares en esa parte de África.

"¿Por qué estaban allí? Estaban allí colaborando con nuestros socios, enseñándoles cómo ser mejores soldados, cómo respetar los derechos humanos, cómo luchar contra el EI para así no tener que mandar a nuestros soldados y marines por millares", detalló el jefe de gabinete de la Casa Blanca, el exgeneral John Kelly, al explicar el porqué de la muerte de los cuatro soldados en Níger. Este nuevo enfoque ha permitido a Estados Unidos cerrar 2017 con apenas 36 muertes en su principal teatro de operaciones, Oriente Medio, según datos a los que ha tenido acceso EFE (...)

Tomado de la agencia EFE