La industrialización de la hoja de coca es un sueño anhelado para muchos productores. Las limitantes en cuanto a tecnología y capacitación obstaculizan cumplir este propósito. Sin embargo existen emprendimientos familiares que desde hace mucho tiempo apostaron por esta alternativa.

Una de estas familias es la de Lizeth Flores, de la empresa Stevida, que desde hace 10 años trabaja en la industrialización de la hoja de coca que produce en su chaco en Chimoré, en el Trópico de Cochabamba.

Caramelos,licores, mates, y pomadas tienen como materia prima la milenaria hoja de coca.

Los artículos, en su mayoría, son comercializados en todo el país en tiendas de productos naturales. "Al principio nos costó ingresar al mercado, pero ahora que ya nos conocen trabajamos a pedido a nivel nacional", manifestó Flores.

Los caramelos y masticables son producidos diariamente con harina de coca; el licor tiene un procedimiento especial .

Las pomadas son elaboradas también con molle, pino, ruda y eucalipto. Están recomendadas para dolores de columna, quemaduras, artritis y calambres. La harina de coca es otro de sus productos, que tiene gran demanda debido a que es recomendada para tratamiento de personas diagnosticadas con diabetes y osteoporosis.

“Ahora las personas buscan más productos naturales porque los químicos les hacen daño” manifestó la propietaria de Stevida.

El emprendimiento familiar combina la coca con la stevia que también es producida en el chaco de los Flores.

10 años

El emprendimiento familiar inició hace 10 años el desafío de industrializar la hoja de coca. Ahora tiene un mercado consolidado a nivel nacional.