Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
  • Actualizado 00:06

BITÁCORA ECONÓMICA

Creciendo el 2018, pero con cuidado

Creciendo el 2018, pero con cuidado
Siguiendo la línea de mi anterior artículo, de fines de diciembre del año pasado, existen pronósticos alentadores de que a la economía mundial le seguirá yendo muy bien en 2018. Por ejemplo, el índice de intermediarios de compras de la eurozona para la industria llegó a un récord sin precedentes a fines del mes pasado, inclusive la economía de Grecia llegó a crecer, y en los países avanzados el crecimiento tiende a superar las estimaciones que se tenían previstas para el año pasado.

China ha superado la desaceleración y crece a un 7 por ciento , que es una tasa relevante para la segunda economía más grande del mundo. Turquía que muestra tasas por encima del 10 por ciento y Brasil que estuvo varios años con tasas negativas de crecimiento parece ser que al final este año crecerá inclusive por encima del 1.5 por ciento .

Adicionalmente, la economía real se va fortaleciendo y eso se va reflejando en los fundamentos de los índices de las bolsas de valores del mundo, que en global crecieron un 22 por ciento en 2017, la más alta desde la crisis financiera internacional en 2008.

Estas buenas noticias deben tomarse con la debida calma, pues un acelerado crecimiento podría generar un ambiente de mayores tasas de interés que podrían exacerbar los problemas del aumento de la deuda pública en varias economías, especialmente la de los Estados Unidos, que serían un obstáculo al crecimiento por la presencia de un desapalancamiento caótico; no obstante, existen bajas probabilidades de que las tasas de interés vayan a subir de manera súbita, por lo que la actuación de la política monetaria de los principales bancos centrales del mundo no afectará al crecimiento mundial.

Sin embargo, el peor obstáculo de esta nueva senda de recuperación mundial es, sin duda alguna, la marcada caída de la productividad de largo plazo, que no tiene visos de revertirse. El actual auge a nivel mundial se debe al liderazgo de la demanda agregada, especialmente del consumo privado que es el mayor motor de la recuperación, conjuntamente con la inversión privada. Si bien estas tendencias van en conjunto con un sólido crecimiento del empleo, no van a durar eternamente. Por lo que le compete a la economía boliviana para 2018, parece ser que el ritmo de crecimiento del año anterior se va repetir o va a ser superior, en un contexto de recuperación de materias primas, especialmente del precio del petróleo.