La Iglesia católica boliviana denunció ayer que policías irrumpieron el jueves en un convento en La Paz para detener con violencia a jóvenes que participaban en una manifestación en contra del nuevo Código del Sistema Penal.

Sobre el mismo caso, el rector de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Waldo Albarracín, denunció que un universitario resultó gravemente herido. "Han derramado sangre universitaria, la van a pagar caro, compañeros", sentenció Albarracín en un mitin en el atrio del monoblock de la universidad, según ANF.

Los predios del convento de San Francisco "fueron allanados" por policías que, "utilizando la fuerza", detuvieron en su interior "a varios jóvenes que participaban en una marcha de protesta", según un comunicado de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB).

"Este hecho es más grave aún por tratarse de instalaciones de un lugar sagrado y protegido como patrimonio cultural religioso", señala el comunicado leído a los medios por el secretario general adjunto de la CEB, José Fuertes.

"Recordamos que, a lo largo de la historia, antigua y reciente, la Iglesia ha sido un lugar de acogida y protección para todos aquellos que se sentían perseguidos, y esto sin importar la posición política o social de las personas", agrega la nota.