Opinión Bolivia

  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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OJO DE  VIDRIO

Los bolivianos y la política

Los bolivianos y la política
Bajo el Gobierno de la UDP una mexicana observó que los bolivianos hablábamos todo el día de política, sobre la coyuntura. El humor, la vida cotidiana, la conversación en la mesa estaban plagadas de política, a diferencia del pueblo mexicano. Y preguntaba por qué. Me sorprendió porque durante la dictadura y aún después, solo debatíamos de la izquierda, porque los paramilitares de extrema derecha no abrían la boca, te miraban con sus ojos torvos y esa noche allanaban tu casa y te hacían desaparecer como fuera, incluso con la muerte previa tortura. Quizá por eso los viejos militantes de izquierda nos respetamos aunque antes hayamos tenido “hondas” diferencias, que quizá se resumían en qué vía armada escogíamos. Uno reconstruye las discusiones de entonces y suenan a ciencia ficción.

Con la UDP estalló la democracia en Bolivia tan solo para que llegara el MNR de Víctor Paz, se prestaran asesores de ADN e introdujera el neoliberalismo en el país. El 21060 fue redactado por Jeffrey Sachs, el mismo que luego se arrepintió de sus recetas neoliberales. Pero, la Constitución derrotó al 21060 y proclamó un Estado Plurinacional nuevo, que es la viva negación de ese decreto tan bien hecho por las empresas transnacionales. Llegó 1993, Goni dijo que se había perdido 4 años, claro que sí, porque luego aceleró la “capitalización” y la destrucción del sector estatal de la economía para entregarla a las empresas transnacionales. Recordemos que YPFB, hoy el pilar de la inversión pública y las reservas internacionales, era una empresa residual y que los fondos complementarios desaparecieron.

Un intelectual paceño me adelantó que Goni ganaría las elecciones porque supo atraerse a la inteligencia nacional. Y tuvo razón, porque a Goni le debemos la invención de no gobernar con militantes, sino con “independientes. ¿O no? Nadie quiere ser gonista porque no son militantes, son “independientes” y hoy es pecado hablar de ser militante, una invención gonista.

La democracia en Bolivia solo sirvió para que el neoliberalismo se introdujera en nuestra economía. Pero, no contaban con la bronca popular, que los derrotó en las elecciones de 2005. Hasta entonces, la democracia pactada servía de humo para ocultar el auge del neoliberalismo, pero, el 2006, cambió la historia y más aún el 2009, con la nueva Constitución. Hoy hay un voto duro, un movimiento sólido en provincias y en los suburbios de las ciudades. Con ellos nos veremos las caras en las elecciones de 2019.