Cientos de jugadores, con la mochila cargada de ilusiones, se pusieron el ponchillo para demostrar sus condiciones futbolísticas y físicas en la cancha dos del complejo deportivo del club Wilstermann.

Algunos con la zapatilla rota, otros con una sola canillera y sin medias largas dieron su mejor esfuerzo para convencer al cuerpo técnico de Wilster, a la cabeza de Álvaro Guillermo Peña.

El estratega con la mirada atenta en los movimientos y desplazamiento de los futbolistas fue eligiendo a los que tuvieron un mejor desempeño.

La evaluación de jugadores continuará hoy y culminará mañana en el mismo escenario deportivo, donde los futbolistas buscan una oportunidad para integrar uno de los clubes grandes de la Llajta.

Peña junto a Thiago Leitao (ayudante de campo), Roberto Bruneto (ayudante de campo) y Roberto Ariñez (entrenador de arqueros), tuvieron la misión de evaluar a los jóvenes en partidos de 30 minutos ante la gran expectativa de otros jugadores, padres de familia y amigos.

El punto negativo fue observar a personas que portaban bajo el brazo folders con el currículum de algunos futbolistas. También estuvieron entrenadores de equipos de asociación buscando acomodar a sus jugadores.