El Rally Dakar 2018, sin dudas, no será el mismo sin su brillo particular. Por segundo año seguido, el estadounidense Robby Gordon le dijo que “no” a la competencia porque le dio prioridad a su descanso. En 2017 no pudo participar debido a la muerte de su padre y su madrastra, que fueron asesinados. Esta vez, el raid internacional volverá a privarse de su figura, siempre llamativa.

Tampoco anotaron sus nombres los hermanos Marcos y Alejandro Patronelli. Los argentinos, que ya le han dado cuerpo y peso a sus apellidos bajo el apelativo de Patrones, no tuvieron muchas “ganas” de meterse a la batalla.

Al menos, así lo describió el medio digital vertigomotorsport.com, que parafraseó a Marcos, el menor del binomio (tiene 37 años): “No tenemos las ganas suficientes”.

Así de tajante fue la declaración del corredor de cuadratrack, apodado como Loquillo, que a principios de 2017 había dado luces de su predisposición para competir en lo que iba a ser su octavo Dakar.

La baja de los Patronelli, oriundos de Las Flores, diezma las chances de sobresalir de Yamaha en la misma categoría en que también se anotó el chuquisaqueño Wálter Nosiglia, el Lobo del Desierto.

Los amantes de la adrenalina que generan los camiones no verán en acción al consagrado holandés Gerard de Rooy, de la escudería Iveco.

El piloto desestimó la versión 40 del raid por supuestas diferencias con la Amaury Sport Organisation (ASO), organizadora del evento, y se presentará, en cambio, en el Africa Eco Race. Según el medio español Marca.com, el holandés no estuvo conforme con la elaboración de las rutas. Tomará la posta el argentino Federico Villagra, que comandará Iveco.

En el lado sudamericano, el peruano Ignacio Flores será baja por lesión (cuadriciclos). El chileno Ignacio Casale había puesto en peligro su participación, pero finalmente se subirá a su Yamaha. Pudo superar inconvenientes en la aduana.

Casi queda out

El chileno Ignacio Casale puso en riesgo su participación por un problema con la aduana. Finalmente, todo se arregló.