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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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DESDE AFUERA

Brasil inicia 2018 pendiente del ajuste fiscal y de unas elecciones decisivas

Brasil inicia 2018 pendiente del ajuste fiscal y de unas elecciones decisivas
Brasil afronta 2018, con el desafío de crecer por encima del 2 por ciento tras la tímida recuperación económica registrada el año pasado, pero condicionado a la cuestión fiscal y a unas elecciones presidenciales que pueden generar "serias turbulencias" a corto plazo, según analistas consultados por Efe.

El gigante suramericano inicia el nuevo año con algunos indicadores bajo control: una inflación que ronda el 3 por ciento , una tasa básica de interés en mínimos históricos (7 por ciento ) y un desempleo a la baja, aunque empujado por el mercado informal.

Según las previsiones, el Producto Interno Bruto (PIB) se expandió cerca de un 1 por ciento en 2017 tras más de dos años de profunda recesión, que sumieron al país en la peor crisis de las últimas décadas. Este 2018 espera mejorar sustancialmente ese resultado, con una expansión del 2,8 por ciento para los economistas del mercado y del 3,0 por ciento para el Gobierno.

La base para mantener esa línea ascendente, seguirán siendo las exportaciones, en opinión del economista Nelson Marconi, del centro de estudios económicos Fundación Getulio Vargas (FGV).

No obstante, la cuestión fiscal, el principal talón de Aquiles de Brasil, centrará el debate político en los primeros meses de 2018 con la reforma de las pensiones como eje central.

El proyecto está previsto que sea votado en febrero en la Cámara de Diputados y hasta esa fecha el Gobierno del presidente Michel Temer intenta recabar los apoyos mínimos necesarios (308 de los 513 diputados del pleno), mientras repite como un mantra, que de su aprobación depende el futuro del país. El Ejecutivo cuenta con ella para reducir el crónico y abultado déficit fiscal que ha disparado, ante el desplome de la recaudación, la deuda neta del país, pasando del 30 por ciento del PIB en 2013 al 50 por ciento de este año.

Pero en el voto a voto de esa reforma, paralizada durante meses debido a los escándalos de corrupción que salpicaron a Temer y a varios de sus ministros, entra en juego este año otro factor: las elecciones de octubre, en las que se elegirá a un nuevo presidente y se renovarán las dos cámaras legislativas.

El propio Temer reconoció que muchos legisladores están reticentes a apoyar el proyecto debido a la proximidad con la cita electoral, algo que estaría condicionando su posición.

"La población no percibió la gravedad del problema de la previsión social. Entonces no hay presión sobre los congresistas y además es año electoral", dijo a Efe Emerson Marçal, coordinador del Centro de Economía Macroaplicada de la FGV.

De no salir adelante, como así lo aprecian los economistas consultados, el Gobierno estudia un plan B para no sobrepasar la meta de déficit fiscal de 159.000 millones de reales (unos 48.000 millones de dólares) por medio de una subida de impuestos o más recortes en la inversión pública.

En este sentido, la recuperación plena de Brasil también guarda un gran condicionamiento al panorama electoral, pues el mercado financiero reaccionará en función del ideario del candidato que tenga mayores probabilidades de ser elegido, según los analistas.

Para el economista Mauro Rochlin, de la FGV, si el candidato favorito "no está comprometido con el ajuste fiscal puede representar serias turbulencias a cortísimo plazo".

Tomado de la agencia EFE