Un nuevo año que se va y un nuevo año que llega… El año que concluye se ha caracterizado por situaciones poco deseables para la población mundial en general, así como para la boliviana en particular, y una vez más como sociedad nos llevamos un conjunto de retos para el nuevo año que llega, entre ellos siguen vigentes temas diversos como el medio ambiente, la seguridad ciudadana, la violencia intrafamiliar, pero sobre todo debiera ocuparnos (pues no sirve de nada solo preocuparnos) la democracia en el actual contexto de construcción de una ciudadanía intercultural.

Para un pleno ejercicio de la ciudadanía intercultural, que supone más que el simple encuentro o contacto de personas o grupos diversos, se requiere generar un proceso de comunicación que no subordine a uno sobre otro. Es decir, exige una comunicación fuera de cualquier sistema de dominación en el que los actores interactúen de manera equitativa.

Este es un verdadero reto, ya que vivimos en una estructura social compuesta por una sobreposición de sistemas de dominación (del hombre sobre la mujer, del norte sobre el sur) y, por lo tanto, de lo que aquí se habla es de llevar a cabo una deconstrucción de las estructuras que determinan y hasta naturalizan la desigualdad, para conseguir que se respeten, entiendan y acepten las diferencias para construir colectivamente.

Al ser la comunicación la responsable de construir la realidad y configurar el espacio público al tener una presencia permanente en la vida de los individuos y las comunidades, se debe trabajar para que, desde una comunicación con énfasis en el ser humano, se allanen las diferencias, se redistribuyan los poderes y se desconcentren los lugares privilegiados para iniciar una interacción horizontal.

A este tipo de comunicación la podríamos denominar intercultural y, a través de ella, se puede aportar de forma determinante a la construcción de una sociedad más equitativa, en la que se expresen los diferentes actores y colectividades en igualdad de condiciones.

Sin embargo, el desafío que presenta la comunicación intercultural es la apertura a la pluralidad. Una sociedad pluralista se construye a partir de la aceptación de las distintas maneras de conocer y aprehender la realidad, de las diversas maneras de generar ideas, información y conocimiento, de las diversas formas de comunicar.

El nuevo año que llega nos da una oportunidad para superar nuestras lógicas autoritarias y esforzarnos sinceramente por vivir los principios democráticos que deben estar en la base de toda sociedad que pretenda avanzar en la permanente búsqueda de entendimiento y respeto hacia el otro.

Es por ello que, desde la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”, deseamos que en este período que celebramos la Navidad nuestro Señor vuelva a nacer en el corazón de cada uno de los bolivianos y nos regale la gracia de su amor, para que, junto a la Virgen, estemos acompañados en nuestro caminar.