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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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DIDASCALIA

Sampaoli

¿Alguna vez tuvo usted que pedir disculpas por alguna reacción que no concordaba con sus valores? Pues esta es una situación casi natural de la vida. Justamente, algunos estudios sobre la formación de maestros demuestran que declarar valores y convicciones no es suficiente para poseerlos en realidad. De hecho, lo que verdaderamente somos se demuestra en las reacciones y actitudes del día a día.

Por este motivo, la enseñanza teórica de la fe y los valores, tanto en las escuelas como en los centros de formación profesional, no llega a permear la vida de los estudiantes. La realidad es más que elocuente. Hay profesionistas deshonestos, poco idóneos, negligentes, que recibieron la misma formación que los buenos.

¿A qué se debe esta situación? Fred Korthagen y un grupo de investigadores están llegando a la conclusión de que los comportamientos están más relacionados con experiencias personales que con discursos. Por este motivo, cada reacción demuestra una carga inconsciente de experiencias e ideas sobre la vida.

En este sentido, es muy importante reflexionar sobre lo que hacemos y las reacciones que tenemos en cada minuto de nuestra actividad, no solo para mejorar profesionalmente, sino también de manera personal, para conocernos mejor y comprender qué situaciones de nuestra vida pasada han influido en las acciones cotidianas.

En estos días, Jorge Sampaoli, director técnico de la Selección argentina de fútbol, fue detenido por un control de tránsito mientras circulaba en un Ford Focus que él no conducía y donde se encontraban otras siete personas. En los videos y audios que se hicieron virales, se lo ve fuera de sí discutiendo con el oficial. Las palabras del extécnico de la Selección chilena, son claras: “Me haces caminar dos cuadras, boludo. Cobrás cien pesos por mes, gil”.

El 26 de diciembre, el entrenador emitió un comunicado oficial en la página de la AFA, por el que pide disculpas. "Me siento totalmente arrepentido (…). El enojo, en una discusión en la que yo no tenía razón, me hizo decir palabras que no representan en absoluto ni mis convicciones ni mis creencias". El comunicado concluye con los siguientes términos: "Bajo ningún punto de vista yo entiendo que una persona es lo que gana. El salario no representa las cualidades ni el valor de ningún ser humano. Así como lo que dije no se encuentra en mis valores, pedir disculpas sí. Así que pido perdón a la sociedad por este mal ejemplo".

Estoy totalmente de acuerdo con las disculpas de Sampaoli, quedó más que claro que reflexionó sobre su comportamiento. Es probable que una situación similar no vaya a suceder en el futuro.

Está claro también que existe gente que por cien pesos tiene la convicción de que todos somos iguales ante la ley y que el resguardo de la seguridad no se fija en salarios ni pilchas. De hecho, el propio Sampaoli comenzó su carrera de técnico, seguramente por cien pesos, con el sueño de conducir algún día la albiceleste.

No hay que olvidar el pasado, pues es lo que nos configura en el presente. Pero tampoco dejar de lado los sueños nos llevará a ser las personas que queremos. La reflexión sobre nuestros comportamientos nos ayudará comprenderlos, a mejorar nuestra actividad profesional y personal, y a valorar a todas las personas que se crucen por nuestro camino.