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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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DESDE EL CUARTO PROPIO

Mujeres y VIH

Mujeres y VIH
El 1 de diciembre (Día Internacional del Sida), se aprovecha una nueva oportunidad para concienciar, educar y mejorar la comprensión sobre el VIH/Sida, y sobre todo para llamar la atención de los tomadores de decisión para reforzar los esfuerzos para combatir la pandemia. ONU SIDA emitió en la ocasión un nuevo reporte de los casos de VIH/Sida reportados, que da cuenta de que en 2016, existían en el mundo 36.7 millones de personas que vivían con el VIH, de las cuales 17.8 millones son mujeres mayores de 15 años.

A pesar de los esfuerzos que se han realizado a nivel mundial, la pandemia continúa cobrando nuevas víctimas, pero se celebra con optimismo que, en algunos casos, el progreso haya sido mayor. De acuerdo al Informe Nacional de Progresos de la Respuesta al VIH/Sida, desde 1984 en Bolivia se han registrado 11.042 casos. Por cada 10 mujeres notificadas en el sistema, existen 17 hombres con VIH.

En Bolivia, el VIH/Sida tiene características concentradas, es decir se ha expandido en poblaciones que han sido denominadas vulnerables: población gay, transgénero y transexuales, trabajadoras sexuales y hombres que tienen sexo con hombres. Sin embargo, en palabras de Arely Cano, secretaria regional de la Comunidad de Mujeres que viven con VIH de América Latina (ICW – Latina, por sus siglas en inglés), el VIH es uno de los mayores problemas de salud pública a nivel mundial y, pese a que se han realizado esfuerzos para la prevención, la detección temprana y la no discriminación, los esfuerzos para abordar de forma integral esta pandemia han sido insuficientes, en especial porque los derechos y demandas de las mujeres con VIH no son vistos como una prioridad.

En nuestra región, las desigualdades de género, la violencia y las constantes violaciones a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres acrecientan la vulnerabilidad de estas ante el VIH. Existen factores físicos; pero, sobre todo, socioculturales de las relaciones desiguales de poder que determinan esta situación. Asegurar que las mujeres, desde niñas, reciban educación sexual y reproductiva, información para tomar decisiones sobre sus vidas sexuales, conociendo métodos de prevención, es la mejor forma de sacarlas de la situaciones de vulnerabilidad.