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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Elecciones en Cataluña

Elecciones en Cataluña
El movimiento independentista catalán vio reducido el respaldo popular en las elecciones que han tenido lugar en esa región española, pero mantiene su fuerza y en el futuro Parlamento autonómico volverá a tener mayoría, lo que abre un período de dudas e incertidumbre.

Tras un proceso de varios años, el secesionismo vivió su momento culminante el pasado 27 de octubre, cuando la Cámara autonómica aprobó una declaración de independencia, juzgada ilegal por el Constitucional.

La respuesta del Gobierno español fue inmediata: ese mismo día, tras la autorización del Senado, destituyó a los miembros del Gabinete catalán y disolvió el Parlamento autonómico, para convocar elecciones este 21 de diciembre.

Planteadas por los tres partidos secesionistas -JxCat, ERC y CUP- como una especie de plebiscito en favor de la independencia, el resultado les resulta favorable, puesto que en conjunto renuevan la mayoría absoluta en la Cámara regional, pero también arroja algunas sombras en ese sector.

Una es que por primera vez un partido no nacionalista ha ganado en Cataluña tanto en votos como en porcentaje: Ciudadanos, una fuerza de corte liberal y defensora de la unidad de España, logró un triunfo histórico.

Además, los independentistas reducen el número de escaños (de 72 a 70) y el apoyo popular (baja un punto, hasta el 47.5 por ciento ), pero el secesionismo demuestra que es sólido, a pesar de que hay brechas en los dos principales partidos y en la relación entre sus líderes.

El expresidente regional, Carles Puigdemont, que dejó España poco después del 27 de octubre para instalarse en Bruselas, ha hecho una campaña basada en apelaciones al sentimiento y ante lo que considera agravios del Gobierno español. En su particular guerra contra los aliados pero rivales de ERC, Puigdemont se ve vencedor y esta noche, desde Bruselas, proclamó que "el Estado español ha sido derrotado (...) por la república catalana".

Pero el futuro de Puigdemont no está claro, porque sobre él pesa una orden de detención cuando vuelva a España por los delitos de rebelión y sedición por impulsar la secesión.

Eso abre un nuevo frente más allá del político: el judicial, ya que hasta diecisiete diputados electos al Parlamento autonómico están procesados por el fase independentista y está por ver qué medidas adoptará la Justicia, si les permitirá asumir su condición de parlamentarios y ejercer en la Cámara.