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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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El fujimorismo se divide y puede perder

El fujimorismo se divide y puede perder
El rechazo del pedido de destitución del presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, no solo ha implicado la primera gran derrota del fujimorismo desde que comenzó el actual Gobierno, sino que también puede hacerle perder el control del Congreso peruano.

Las discrepancias internas en el partido Fuerza Popular, que lidera Keiko Fujimori, la hija mayor del encarcelado Alberto Fujimori, estallaron el último jueves, cuando una facción liderada por su hermano menor, Kenji, se abstuvo de votar en el Congreso por un pedido de destitución del presidente por sus vínculos con la constructora brasileña Odebrecht.

La decisión de 10 de los 71 legisladores fujimoristas fue fundamental para asegurar la permanencia de Kuczynski en el cargo, pero también significó un reto directo a la autoridad de Keiko, quien ha visto amenazado no solo su liderazgo, sino también el poder político que tiene su agrupación en el país. Y es que a pesar de que Keiko perdió las elecciones presidenciales de 2011 y 2016, Fuerza Popular obtuvo en el último proceso electoral una votación que le permitió hacerse con la mayoría absoluta en el Congreso de 130 escaños. Su hermano Kenji no ha sido ajeno a ese éxito político, ya que en las dos últimas elecciones generales fue el candidato al Congreso con mayor votación individual.

Sin embargo, desde que comenzó la actual gestión gubernamental, en julio del año pasado, Kenji ha discrepado con muchos de los acuerdos políticos de su bancada, en muchos casos recurriendo a la ironía, por lo que ha sido sancionado en dos ocasiones por Fuerza Popular, la última, y aún vigente, con una suspensión de 120 días.

En lo que sí ha sido directo, y todos lo reconocen, es en remarcar que su primer objetivo personal y político es lograr la liberación de su padre, quien desde 2009 cumple una condena a 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad.

Además de mantener una gran cercanía con Kuczynski, Kenji ha acusado a los dirigentes de Fuerza Popular, pero sin mencionar a su hermana directamente, de no hacer lo suficiente para alcanzar la liberación del expresidente. Durante la crisis política de la última semana, Keiko mantuvo un silencio que solo rompió luego de que fracasara el intento de destituir a Kuczynski, quien la derrotó en las elecciones del año pasado por una escasa diferencia de 40.000 votos.