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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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ESPECIAL

Las Sarabia, guerreras que venden juguetes

Antes de la pretemporada, las ciclistas ayudan a sus papás. Se dividen tareas y juntas colaboran para “devolverles” el sacrificio hecho.
Las Sarabia, guerreras que venden juguetes



En torno a ellas, los datos abundan. ¿Quién no escuchó, alguna vez, sobre las hermanas Sarabia? De forma espontánea y sin pagar dinero a equipos de marketing, las muchachas instalaron una marca familiar a pulso de aguante y trabajo.

Se sabe que son ciclistas, que la cuenta indica que hay cuatro (Micaela, Rebeca, Sharon y Abigail), que hicieron su voluntad en los Plurinacionales; que de José, su padre, pidieron “prestado” el talento para luego tomarlo como propio y dejar en claro que no habría devolución alguna, pues se trataría de un amor irrenunciable que agarraría forma para justificar el “saqueo dulce”.

También se conoce que Micaela, de 17 años, estuvo becada en China y que allí se compró una bicicleta con los 5 mil bolivianos que ahorró más otro tanto que recibió de su familia.

Sin embargo, existe una línea que separa esa información de la que aparece para delatar dos de sus rasgos más generosos: la gratitud y la responsabilidad, pues las cuatro venden juguetes en los dos puestos de sus padres Raquel y José, en la Feria Navideña de Quillacollo, para devolverles “un poco” de lo que ambos hacen por ellas.

Se van turnando, de a dos, según horarios y tareas, para tener los negocios funcionando desde las 7:00 hasta casi las 23:00, hora en que la gente ya no circula. Estas dos semanas son de muchísimo movimiento debido a las fiestas.

Desde muy temprano, Micaela se encarga de preparar la comida y los refrescos en casa para luego llevarlos a sus hermanas y padres. Abigail y Sharon son las que alistan los juguetes y las muñecas para presentarlos en las vitrinas, mientras que Rebeca acompaña al jefe de la familia y se brinda cordialmente a explicar las funciones de los productos.

“Hay un robot auto y un robot araña que pelean. Funcionan a control remoto. Cuando uno golpea, el otro se desactiva por unos segundos”, detalla Rebe sobre el artículo que cuesta 350 bolivianos. Tiene bien claro que no se trata de “ayudar” a sus papás, sino de retribuirles el esfuerzo. “Es devolverles un poco de lo que nos han dado, que es mucho. Son los únicos que están en nuestras victorias y derrotas. Venimos todos los días. Nos quedamos hasta tarde. Esto vale la pena”.

Tendrán dos semanas maratónicas. Desde el miércoles, comenzarán con la pretemporada de cara a los Juegos Suramericanos Cochabamba 2018, cita en la que coinciden tajantemente: quieren el podio, como ambición cercana, y el oro, como cosa desafiante.

Para ello, se enfocarán en un cronograma basado en lo físico para alimentar la masa muscular: gimnasio y trote. En enero, el plan mudará. Empezarán a rodar con sus bicicletas. También lo hará Abi, aunque su edad no le permita competir en los Juegos (tiene 16 años recién cumplidos).

Sharon, de 25 años, prevé participar en ruta. El asalto de la corona en el Tour del Bicentenario Ayacucho, en Perú, le sirvió para cerrar un 2017 a lo grande. Su habilidad en la escalada marcó la diferencia. “Las bolivianas somos buenas escaladoras. Ahí pudimos sacar ventaja. Este año me fue muy bien. Logré ganar nacionales, que es lo que más quería. El Desafío Tunari, también.

Sobre las proyecciones, relata: “Junto a mis hermanas haremos el podio. Por eso estamos empezando nuestra pretemporada. Al año, con puro ciclismo todos los días”.

El único entrenador con el que cuentan es, precisamente, su padre José, quien tiene pasado en el deporte. Por ello, Micaela va al frente para echar abajo una idea que ha circulado. “Siempre escuché que me entrenaron otras personas. Quiero desmentirlo”. “Es un esfuerzo propio. Aprendemos, preguntamos y bucamos en internet. Gracias a eso hemos crecido como ciclistas”, cuenta la pedalista que ha notado cambios favorables en lo físico, tras la beca en el continente asiático.

La menor de todas, Abigail, se inició en el pedal a los 12. Hace unas semanas, estuvo en Mar del Plata, Argentina, junto a Mica. Su estadía en la ciudad bonaerense fue exigente, pues han sido parte de una concentración que podrá abrirles paso a una beca en Suiza. Abi sueña con ser odontóloga. “Quiero abrir mi consultorio. Es mi proyecto de vida para ayudar”.

Ruta

En la especialidad de ruta competirán Micaela y Sharon. Rebeca pretende presentarse en pista, durante los Juegos Suramericanos Cochabamba 2018.

“Son voluntariosas y buenas hijas”

La mamá siente mucho orgullo

Se muestran muy unidas. Y así también lo cree la madre de las muchachas, Raquel Ricaldez, quien no ahorró calificativos para describir el orgullo que siente hacia ellas, sus “chicas de oro”.

Este medio, primero se dirigió a la casa de la familia Sarabia, donde se encontró con casi todos los integrantes: Rebeca, Sharon, Micaela, Abigail (pedalistas), José y Raquel (padres), el tío y también Josué David, el único varón.

En la lista faltó Noemí (27 años), la mayor de los hijos, quien ya ejerce como profesional.

“Son muy voluntariosas. Me ayudan bastante en sus vacaciones y tiempo libre. Lo que me gusta de ellas es su gran colaboración. Nunca me han dicho que no. Saben que tienen que ser responsables”, analizó Raquel.

Rebe casi deja la bici, pero siguió

Fue alentada por su entorno

A principios de año, Rebeca estuvo a punto de dejar a un lado el ciclismo, pese a que se trata del deporte que le fascina.

Quería dedicarse por completo a sus estudios (ingeniería financiera), pero hubo una persona que la alentó y le dio un consejo que ahora ella atesora y valora: “Haz tu sueño porque, de lo contrario, luego te preguntarás qué hubiera sido. ¡Adelante!”.

Fue su enamorado quien le esbozó las palabras justas en el momento por demás propicio.

Rebeca quiere disfrutar todo a su tiempo. No se apresura, es por ello que toma su relación sentimental con calma y responsabilidad.

Si bien esta temporada no participó activamente en muchos torneos, se animó a adelantar que a partir de 2018 notarán una nueva versión de sí misma.

“Me van a ver ahí, en todo momento. Estará la nueva Rebeca junto a las hermanas, todas juntas. En 2018 nos verán a las cuatro sacando los primeros lugares. Es un adelanto para toda la gente, que nos suele preguntar cuándo competiremos las cuatro. Vamos a demostrar lo que hemos entrenado y lo que valemos”.

Se alista para inscribir su nombre en la especialidad de pista, dentro de los Juegos Suramericanos Cochabamba 2018, pues considera que “es mejor” que se distribuyan en distintas categorías, a fin de maximizar las chances de victoria (Sharon y Micaela prevén estar en la modalidad de ruta).