Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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LOS COSTOS SON INALCANZABLES

70 por ciento de pacientes con cáncer abandona su tratamiento

Un enfermo necesita terapias que cuestan entre 2.000 y 3.500 dólares por sesión. Al principio, recibe ayuda de familiares y amigos, pero luego queda librado a su suerte.<BR>
70 por ciento de pacientes con cáncer abandona su tratamiento
Siete de cada 10 pacientes con cáncer abandona su tratamiento por falta de dinero, puesto que la enfermedad es muy costosa. Muchos no pueden solventar los gastos de radioterapias y quimioterapias que por sesión cuestan entre 2.000 y 3.500 bolivianos. Como mínimo, el enfermo debe someterse entre 14 y 20 sesiones de terapia, según la presidenta de la Asociación de Personas con Cáncer, Rosario Calle. "De cada 10 pacientes, unos siete dejan las quimioterapias, la mayoría es del área rural que al escuchar el costo de las sesiones se asusta y prefiere morir en su casa porque los costos son inalcanzables, por eso abandonan el tratamiento", indicó Calle.

De acuerdo a la representante, un enfermo por mes gasta entre 2.000 a 3.500 dólares en su tratamiento que le permite mejorar su calidad de vida. Sin embargo, cuando sus recursos se ven limitados, a veces recurren a campañas, a familiares, a préstamos bancarios y cuando se agotan los esfuerzos, los pacientes se ven obligados a dejar su quimioterapias y radioterapias. "Al principio la familia te apoya, los amigos, pero con el tiempo se te cierran las puertas y esa situación empeora la salud de los enfermos", afirmó.

La unidad de Oncología del Hospital de Clínicas recibe diariamente 45 pacientes. Una de ellas es Juana Mamani que hace dos años se enteró que padecía cáncer de mama. En ese tiempo, el cáncer le arrebató su sonrisa, su trabajo y hasta su esposo, quien decidió abandonarla al enterarse de su enfermedad. "Primero me han apoyado harto, hasta plata han recaudado mis hermanos, la familia de mi esposo; pero parece que ya se han cansado porque cuando voy a pedir ayuda me cierran la puerta. Mi esposo nos ha dejado, a mí y a mis dos hijos. Tenía un puesto de verduras en la Rodríguez, lo he tenido que vender y ahora ni el banco me quiere prestar plata porque me dicen que me puedo morir sin pagar", relató.

Testimonio

Juana Mamani dice que perdió hasta las fuerzas. “A veces quisiera que Dios me lleve, pero ¿qué va ser de mis dos hijos que siguen en colegio?”.