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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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BITÁCORA ECONÓMICA

Bye, bye neutralidad de la red

Bye, bye neutralidad de la red
El pasado jueves 14 de diciembre, la Federal Commission Comunications (FCC) de Estados Unidos ha tomado la decisión de eliminar la neutralidad de la red. En palabras simples, ello significa que los operadores que proveen los servicios de banda ancha en internet (conocidos como IPS, por sus siglas en inglés) desde ahora podrán determinar el acceso a los contenidos de los usuarios y privilegiar los mismos para que su acceso sea más rápido.

Anteriormente a esta medida, en 2015 la FCC impuso la “regulación Obama”, que exigía a las IPS neutralidad en el sentido de que sean los consumidores quienes definan, en último término, el acceso a los contenidos que deseaban ver, y que no existan preferencias respecto a otros contenidos.

Muchos operadores consideraron que esto estaba generando congestión en la red y obligando a los operadores aplicar algún tipo de actuación para descongestionarla.

Esta última medida de la FCC ha sido considerada por algunos entendidos como el inicio de una era de los grandes proveedores de servicios de internet, que se harán más poderosos y definirán los perfiles de acceso de los usuarios, utilizando para ello estrategias de ralentizar o estrangular ciertos contenidos o, en todo caso, fijando un acceso pagado y más caro.

En contrapartida, los defensores de la desregulación consideran que, a partir de aquí, habrá una gran ola de innovaciones, inversión y mayor calidad en el servicio, con mejoras sustanciales para administrar el tráfico y congestión en la red.

Un criterio importante para evaluar si eliminar la neutralidad es una medida conveniente es estar seguros de que los usuarios puedan escoger y controlar sus actividades en línea, incluyendo sus proveedores, servicios y aplicaciones, además de reconocer las limitaciones legales y técnicas del servicio que están adquiriendo. Países de bajo desarrollo tecnológico, donde para muchos usuarios la selección de proveedores y servicios en línea es limitada, son esencialmente vulnerables a las prácticas de gestión de redes potencialmente discriminatorias.

Es importante reconocer que, si bien el tamaño de capacidad de los proveedores depende de la inversión e incentivos correctos en términos de rentabilidad, estos no deben transformarse en poder de mercado discriminatorio y abusivo del consumidor. Por lo tanto, es necesaria una regulación inteligente, que incentive el progreso de la industria y también el bienestar de los consumidores.