Los jugadores y el cuerpo técnico de Independiente celebraron ayer en Argentina haber ganado la Copa Sudamericana de 2017 el miércoles al empatar 1-1 en el Maracaná de Río de Janeiro ante el Flamengo, tras la victoria por 2-1 en el partido de ida en la provincia de Buenos Aires.

El avión aterrizó en el aeroparque Jorge Newbery, de Buenos Aires, pasado el mediodía.

Los jugadores del “Rey de Copas” se subieron a un autobús descapotable que fue escoltado por decenas de autos de hinchas.

Durante el trayecto, los futbolistas cantaron y flamearon banderas del club.

Sin embargo, el autobús se rompió a mitad de camino y los jugadores debieron esperar a otro que los trasladó hasta el estadio Libertadores de América, donde miles de hinchas aguardaron a los campeones para celebrar la obtención del título.

Los futbolistas dejaron el trofeo en el centro del campo y desde allí saludaron a los simpatizantes.

También se hicieron presentes viejas glorias del club Rojo para felicitar al actual plantel.

“Este es un triunfo no solo de Independiente sino del fútbol argentino en general. Demostraron que se puede jugar bien en todos lados, incluso en el Maracaná. Eso no lo borra nadie”, dijo Ricardo Bochini, máximo ídolo del equipo de Avellaneda.