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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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DESDE AFUERA

Temer apela a todo para sacar su reforma

Temer apela a todo para sacar su reforma
Preso en el sur de Brasil donde purga una condena por corrupción, Eduardo Cunha, sospechado de comprar parlamentarios para derrocar a Dilma Rousseff, retomó los hilos de un Gobierno empecinado en aprobar la reforma previsional. Desde el último fin de semana, Cunha es el hombre de quien depende Michel Temer para que el Congreso apruebe el proyecto en contra del cual están ocho de cada diez brasileños, según el promedio de las encuestas realizadas en los últimos meses.

La tesis de la Propuesta de Enmienda Constitucional 287 (PEC 287) sostiene la necesidad de eliminar “privilegios” de los empleados públicos para impedir que el sistema colapse en un contexto de envejecimiento poblacional. Si no se cambia el sistema, Brasil “terminará como Portugal o Grecia” asusta el diputado neoliberal Rodrigo Maia,titular de la Cámara Baja.

Ricardo Berzoini, ministro de Previsión Social durante los gobiernos del PT, refuta ambos planteos oficialistas. “No hay privilegios en el cuadro de empleados del Estado, hay privilegios para los banqueros, para las grandes fortunas y las herencias que no contribuyen al sistema de seguridad social. Con la elevación de los años de contribución, que pueden llegar a 40 para recibir la jubilación integral, la PEC 287 condena a una cantidad de pobres a que nunca se jubilen. Brasil es un país desigual, es cierto que la población está envejeciendo. Pero esa es la gente de los barrios ricos de San Pablo donde la expectativa de vida es de 73 años, en la periferia paulista, en la zona este, hay barrios donde la expectativa es menor a los 55”.

Los números de Berzoni exponen las claves de una propuesta cuya redacción fue confiada a un funcionario del Ministerio de Hacienda ligado a la empresa de previsión privada Brasilprev.

El caso es que la aprobación de la PEC 287 es casi tan baja como la de Temer, que goza del 5 por ciento de popularidad, mientras el 93 por ciento lo considera “pésimo o regular”. Además de ser el gobernante peor evaluado desde el fin de la dictadura, en 1985, el ocupante del Planalto podrá convertirse en el más solitario: dado que acaba de perder a su aliado principal, el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), del expresidente Fernando Henrique Cardoso. Frente al abandono del PSDB –que no llegó a ser ruptura– el Mandatario optó por designar como ministro de Gobierno, y responsable de las negociaciones con el Parlamento, a Carlos Marun, del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) en reemplazo de Antonio Imbassahy, del PSDB. Marun, que viajó el domingo a Buenos Aires junto a Temer para participar en la reunión de la OMC, es tenido como un incondicional de Eduardo Cunha, del cual recibiría instrucciones regularmente a través de emisarios. O incluso personalmente cuando se traslada a Curitiba para visitar a su jefe preso. Temer, Cunha y Marun pertenecen al PMDB que de ahora en más será el único partido de peso nacional en el Gobierno.

“El jueves, cuando asuma como ministro Marun, se habrá completado el gabinete de Cunha”, provocó el senador Renan Calheiros, un “pemedebista” disidente. El revitalizado Cunha además de ser pemedebista dirige una suerte de hermandad conocida como el “Bajo Clero” del Congreso, formado por unos 250 parlamentarios de varios partidos pequeños vinculados por lazos más o menos mafiosos. Desde que fue destituído y dejó de ser el jefe de la Cámara Baja, a raíz de las cuentas que le descubrieron en Suiza con sobornos, Cunha mantuvo su influencia sobre el “Bajo Clero” grupo en el que abundan los pastores y policías (...).

(Tomado de www.pagina12.com.ar)