Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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NOESIS

Victoria y reflexión

Victoria y reflexión
“¡Hemos ganado, chancho pelado!”, era una de los estribillos que coreábamos de niños cuando teníamos alguna victoria. Y la del 3D no es cualquiera, le hemos ganado a un Gobierno que ha utilizado todos los recursos del Estado y que nos desafió a que temblemos ante su atrevimiento. Una vez más, a pesar del vergonzoso Tribunal Electoral, les hemos dado paliza. Ellos mismos saben que ese 50.5 por ciento de votos nulos es la muestra de sus sinvergüenzura y manipulación de los datos. Ellos también saben que la gente no les cree y que su imparcialidad está en duda y muy quebrada. Si no, ¿por qué miles de ciudadanos, como nunca antes, fueron con su propio marcador o con su lapicero el día de la votación?

Es por ello y a pesar de ellos que les hemos ganado. Me siento orgulloso de este país que sabe aprovechar los espacios democráticos que aún nos quedan para lanzar su rabia y advertencia. El problema no está en la oposición. El problema está en el poder, en los gobernantes que, si no saben escuchar estos mensajes, terminarán muy, pero muy mal. Alguien les está haciendo creer que la receta cubana y venezolana es para Bolivia, que permanecerán en el poder 50 años y que para ello utilizarán las decoraciones democráticas como cazabobos. No se equivoquen. No les va a dar resultado.

Por ello, bien haría el Gobierno en tomarse más en serio los resultados y analizarlos a la luz de la realidad, y no de los cantos de sirena que le gustan al caudillo. Háganlo por su propio bien y el de la patria. Tengan un poco de decencia y dignidad. Pero, no soy quién para pedirles realismo, cordura y racionalidad. Está en sus manos su futuro.

Bien es fácil dar consejos, pero se debe empezar por uno, y la recomendación dada a los masistas me la voy aplicar primero yo. Como el tiempo es oro y requiere ser empleado con sabiduría, estos días son de desafíos, y debo dedicarle tiempo a varios temas que he dejado en el tintero y no quiero llegar a fin de año sin haberlos concluido. Lo peor es terminar el año sin los objetivos alcanzados. Por ello, y para que mi mente no esté ocupada en otras cosas, sino dedicada a usted, amable lector, el suscrito se retirará de las líneas negras hasta el 16 de enero del 2018, para, en lo que queda de este año, poder terminar decenas de cosas que se ha propuesto y que suponen viajes lejanos, entradas profundas, llenas de luz y oscuridad, realizar cortes profundos, arreglos y ajustes en tierras desconocidas y, al mismo tiempo, muy transitadas. Dicen que el viaje más difícil es el viaje hacia uno mismo, hacia las entrañas de nuestro propio ser que creemos conocer, pero no es así (...).