PEZ ESPADA
Los mapas: ¿Estrategias de dominación?
09 de diciembre de 2017 (20:07 h.)
El enorme problema que enfrentan los cartógrafos al hacer mapas es lograr representar en una superficie plana de dos dimensiones un elemento de tres, la Tierra. Para añadir mayor complejidad, nuestro planeta no es una esfera perfecta.
Incluso con la tecnología de hoy, representar nuestro mundo en un mapa plano y que este sea fiel al cien por ciento sigue siendo un reto.
A pesar de que este problema matemático lleva muchos siglos de antigüedad, fue en 1569 que el cartógrafo Gerardus Mercator efectuó proyecciones al colocar un cilindro tangente a la esfera terrestre. El resultado muestra todo el globo en dos dimensiones. Este trabajo conocido como Proyección de Mercator pretendía facilitar la navegación de los marineros de la época, al diseñar un sistema en el que las trayectorias de los barcos pudieran trazarse en línea recta con las brújulas. Sin embargo, a lo largo de los años ha sido considerado también como un símbolo de las desigualdades geográficas y de la arrogancia del primer mundo, ya que África y Sudamérica se ven mucho más pequeñas de lo que son. Así, en los mapas basados en el sistema de Mercator, Groenlandia aparece casi tan grande como África, cuando África en realidad es 14 veces mayor que Groenlandia; o Brasil mucho más pequeño que los Estados Unidos.
Como respuesta a esta versión de supremacía del norte sobre el sur, Arno Peters, un historiador apasionado de la cartografía, introdujo la idea de que ese mapamundi no es justo y publicó su propia proyección en 1970. “La Proyección de Mercator sobrevalora al hombre blanco y distorsiona la imagen del mundo para ventaja de los colonialistas”, señala Peters.
Aunque la controversia se mantiene en la actualidad, la mayoría de los mapas se basan en proyecciones modificadas o en una combinación de las anteriores, para corregir en lo posible las distorsiones. La más usual es la proyección de Winkel-Tripel, adoptada por la National Geographic Society y utilizada cada vez más en atlas y libros de texto. La proyección Mercator sigue siendo la base en servicios online de compañías transnacionales como Bing Maps, OpenStreetMap, Google Maps o MapQuest, así como en mapas rectangulares que se hacen hoy en día de otros mundos, como Venus, Marte o Mercurio.
Incluso con la tecnología de hoy, representar nuestro mundo en un mapa plano y que este sea fiel al cien por ciento sigue siendo un reto.
A pesar de que este problema matemático lleva muchos siglos de antigüedad, fue en 1569 que el cartógrafo Gerardus Mercator efectuó proyecciones al colocar un cilindro tangente a la esfera terrestre. El resultado muestra todo el globo en dos dimensiones. Este trabajo conocido como Proyección de Mercator pretendía facilitar la navegación de los marineros de la época, al diseñar un sistema en el que las trayectorias de los barcos pudieran trazarse en línea recta con las brújulas. Sin embargo, a lo largo de los años ha sido considerado también como un símbolo de las desigualdades geográficas y de la arrogancia del primer mundo, ya que África y Sudamérica se ven mucho más pequeñas de lo que son. Así, en los mapas basados en el sistema de Mercator, Groenlandia aparece casi tan grande como África, cuando África en realidad es 14 veces mayor que Groenlandia; o Brasil mucho más pequeño que los Estados Unidos.
Como respuesta a esta versión de supremacía del norte sobre el sur, Arno Peters, un historiador apasionado de la cartografía, introdujo la idea de que ese mapamundi no es justo y publicó su propia proyección en 1970. “La Proyección de Mercator sobrevalora al hombre blanco y distorsiona la imagen del mundo para ventaja de los colonialistas”, señala Peters.
Aunque la controversia se mantiene en la actualidad, la mayoría de los mapas se basan en proyecciones modificadas o en una combinación de las anteriores, para corregir en lo posible las distorsiones. La más usual es la proyección de Winkel-Tripel, adoptada por la National Geographic Society y utilizada cada vez más en atlas y libros de texto. La proyección Mercator sigue siendo la base en servicios online de compañías transnacionales como Bing Maps, OpenStreetMap, Google Maps o MapQuest, así como en mapas rectangulares que se hacen hoy en día de otros mundos, como Venus, Marte o Mercurio.