Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 03:42

DESDE AFUERA

Criptomonedas, criptomoda y criptofuturo

Criptomonedas, criptomoda y criptofuturo
La arquitectura financiera internacional registrará importantes cambios en los próximos cinco años, y la cadena de bloques tendrá un rol protagónico. Esta tecnología aplicada en la emisión de monedas digitales como el Bitcoin avanza a paso firme y amenaza con destronar del negocio a las entidades financieras que no se adapten. También representan un serio desafío competitivo que podrá limitar las ganancias que el sector financiero disfruta a través de la operatoria de giros internacionales.

La cadena de bloques reduce enormemente los costos de transacción, sin importar las fronteras y aumenta la seguridad de las operaciones. Para tener una aproximación sobre la reducción de costos que implica, cabe señalar que una transferencia internacional con criptomonedas puede costar aproximadamente dos centavos de dólar si los que intervienen no están apurados para consolidar la operación, y puede subir a entre 5 y 10 dólares si se consolida inmediatamente. Como este es el costo de un registro en la cadena de bloques, no importa el tamaño de la transferencia, el costo seguirá siendo el mismo, ya sea que se transfieran 100 o 1 millón de dólares. El sistema financiero tradicional, en cambio, tiene un esquema de cobros que aumenta con el volumen transferido y es de aproximadamente 50 dólares cuando el monto transferido es menor a 1.000 dólares, de 75 dólares si se transfieren entre mil y 5 mil dólares, en torno a 100 para transferencias entre 5 y 10 mil y de 115 para transferencias mayores. Las remesadoras como Western Unión y MoneyGram tienen costos que fluctúan entre 4 por ciento y 11 por ciento . Debe tenerse en cuenta que estos costos no se derivan del uso de los servicios internacionales de mensajería interbancario como el SWIFT, que apenas suman centavos de dólar por mensaje. En gran parte, los costos de las transferencias internacionales son el resultado de la escasa competencia que disfrutan las entidades bancarias que tienen una clientela cautiva, y es de esperar que las criptomonedas generen un impulso a favor de la reducción internacional del costo de las transferencias.

Debe notarse, de todos modos, que hay un costo oculto en las transacciones que se realizan en criptomonedas, porque deben añadirse los pagos a los mineros que validan la cadena de bloques, que son abonados en la propia criptomoneda, y por lo tanto se financian con la propia creación de dinero. Es decir, los costos se reducen porque los mineros se apropian con emisión de dinero.

Esta tecnología empezó a ser estudiada por los principales bancos centrales del mundo, que en algunos casos buscan aplicarla, y que en la mirada de expertos desafía la hegemonía ya no solo de grandes bancos internacionales, sino del rol de las divisas tradicionales como medios de pago.

Las criptomonedas estatales es una línea de investigación abierta en el sector. El Banco Central de China es la entidad más relevante que está avanzando con ensayos para lanzar una criptomoneda de origen nacional. El organismo desarrolló su propia cadena de bloques, la cual se encuentra en fase de prueba, y planea en el corto plazo emitir una moneda digital, la que en un principio convivirá con el yuan físico.

En la última reunión de los BRIC, se comunicó la intención de desarrollar una moneda digital para hacer frente a la hegemonía del dólar en los pagos internacionales y para agilizar transacciones entre países de ese bloque (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) (...).

(Tomado de www.celag.org)