Tener que cosechar el agua de las lluvias “en lo que se pueda” o comprar el líquido en turriles no fue el impedimento para el cultivo agroecológico para 56 mujeres de Santa Rosa de Lima, en el kilómetro 10 al Valle Alto en Cochabamba.

Tienen huertos en sus casas y producen hortalizas que consumen en su familia, venden a sus vecinos y en tres mercados: los miércoles en el parque La Torre, viernes en el Distrito 7 de Sacaba y domingos detrás del aeropuerto.

Participaron ayer del segundo encuentro entre productores y consumidores “Alimentos para la vida”.

Resaltaron la necesidad de accesibilidad a los mercados con sus productos “sanos”, cultivados sin fertilizantes ni insecticidas.

María Elena Gutiérrez es productora ecológica desde hace cuatro años. En la actualidad siembra en 600 metros cuadrados. Cuenta que, al principio, el cultivo era solo para el autoconsumo. Ahora, se masificó la producción y son necesarios los mercados.

“Estas verduras duran mucho más tiempo que las otras y son sanas. Solo usamos abono vegetal”.

Entre los principales problemas está la escasez de agua. Además de cosechar agua de lluvia, compran por turriles, 7 a 8 bolivianos cada uno.

Berna Jurado, cultiva en unos 250 metros y para ese perímetro necesita seis turriles a la semana.

“No queremos enfermarnos con los químicos. Por eso, producimos productos naturales”.

Amelia Colque es una de las que menos tiempo lleva en la actividad, un año y medio. Antes fue productora de palmito y otros productos en el Trópico. Ahora, su objetivo es quedarse en el valle.