Cinco ciudadanos kenianos fueron trasladados desde África hasta Cochabamba, con la promesa de ganar 200 dólares (1.382 bolivianos) semanalmente por trabajar en un circo. Sin embargo, al ingresar al país sus pasaportes fueron retenidos por dos personas, quienes los explotaron laboralmente. El Ministerio Público realizó la apertura del caso por trata y tráfico de personas.

El fiscal departamental, Óscar Vera, informó de la aprehensión de una mujer, quien habría traído a los africanos el mes de noviembre. Posteriormente la Policía confirmó que una segunda persona fue aprehendida, uno de los administradores del circo.

Señaló que el caso tiene todos los elementos necesarios para ser que se realice una imputación, bajo la tipificación de trata y tráfico de personas.

Vera afirmó que la pesquisa efectuada permitió que se colecten indicios para sustentar la imputación. Los informes policiales fueron los que brindaron los elementos para realizar la apertura del caso.

En la entrevista policial, las víctimas indicaron que ingresaron al país el 14 de noviembre tras aceptar una oferta laboral aparentemente beneficiosa. La propuesta que les plantearon consistía en un sueldo que ascendía los 1000 dólares mensuales (6.909 bolivianos) y una vivienda en condiciones óptimas. Sin embargo, al ingresar a Cochabamba, los cinco africanos tuvieron que trabajar interminables jornadas, sin sueldo, hacinados en una habitación, compartiendo un colchón entre todos y con una sola comida al día.

Las víctimas trabajaban haciendo acrobacias, como parte del espectáculo principal del circo.

El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), Néstor Villca, indicó que este caso de trata y tráfico fue reportado por funcionarios de migración, quienes detectaron irregularidades en la tramitación de los documentos de los ciudadanos kenianos.

Los administradores del circo retuvieron los documentos de los extranjeros, posteriormente quisieron forzarlos a firmar un documento que establecía un salario de 1100 bolivianos mensuales, en condiciones laborales absurdas, manifestó Villca.

El director de la FELCC indicó que solamente uno de los perjudicados habla español, los otros cuatro requirieron de la intervención de un traductor para denunciar los abusos.

Explicó que los cinco kenianos fueron llevados a una casa de acogida, mientras se realiza la tramitación para que retornen a su país de origen.

Confirmó que las dos personas aprehendidas son de nacionalidad boliviana.

Los empleadores permanecerán detenidos preventivamente mientras se investiga el caso.



TRATA Y TRÁFICO La Ley Integral Contra la Trata y Tráfico tiene un alcance de protección a todas las bolivianas y bolivianos, o extranjeras y extranjeros que se encuentren en el territorio del Estado Plurinacional de Bolivia y a los lugares sometidos a su jurisdicción.

La explotación, la servidumbre y el abuso a una persona en situación de vulnerabilidad son contemplados por la Ley 263.

El artículo 281 establece una sanción de 10 a 15 años de privación de libertad a la persona que: "por cualquier medio de engaño, intimidación, abuso de poder, uso de la fuerza (…) realizare, indujere o favoreciere la captación, traslado, transporte, privación de libertad, acogida o recepción de personas, aunque mediare el consentimiento de la víctima”.