Es tan directo en sus ideas y conclusiones como fino en su puntería, cuando se entrega a la tarea de darle al blanco en el polígono que le toque disparar. A fin de cuentas, aquí o en Londres, nadie lo “achicopala” (término usado en México para referir desánimo), como él mismo se encarga de dejar sentado en forma de garantía, a cambio del consecuente crédito de quien reciba su mensaje.

El cruceño Rudolf Knijnenburg, de 35 años, es el hombre que hace algunas semanas se despidió de la ciudad colombiana de Santa Marta con un triplete de medallas plateadas colgado en su cuello. Su participación en los Bolivarianos 2017 le caló buenas sensaciones, aunque el global de Bolivia no haya sido de lo “más alentador” para él.

Lo cierto es que el tirador, que en octubre de 2016 sufrió un accidente en la calle que supuso un corte abrupto en su rutina de preparación, le ha concedido una entrevista a este medio, en la que, entre otras cosas, encendió las alarmas: los escenarios de cara a los Juegos Suramericanos Cochabamba 2018 tendrían que haber estado listos para su uso un año antes del evento. Esto, con el objeto de que los atletas bolivianos se habituaran a los mismos. Conocerlos y palparlos, para no encontrarse con un panorama ajeno, sin la chance de entrenar en ellos.

Otro punto que resaltó, quien prevé competir en pistola automática y tiro rápido, es que lo esencial para subir peldaños era implementar un plan de entrenamiento de cuatro años. De lo contrario, no habrá mayores mejoras.

“Digo exactamente lo mismo que en 2013: si queríamos tener una grata representación, que siendo locales podíamos aprovechar, debimos trabajar como mínimo cuatro años, desde el momento en que se nombró sede a Bolivia. La mayoría de los deportistas que vienen está entrenando en un campo deportivo adecuado para competir. Nosotros no”.

Enfocarse en el aspecto psicológico es su prioridad. Luego de ser embestido por un auto en 2016, quedó sentido de la rodilla. Recuperar el nivel estándar es su intención, por lo que ha decidido implementar trabajos psicológicos orientados a ello, con el apoyo de un especialista del extranjero, que prefirió mantener en reserva.

He aquí al múltiple medallista de los recientes Bolivarianos, que es capaz de invertir desde 70 hasta 4.000 bolivianos en sus ensayos. El monto varía generosamente.

P: ¿Qué fue de Rudolf pocos días después del accidente en 2016?

R: Estuve mucho tiempo parado ¡No se sabía de Rudolf! (risas). Recién empecé a entrenar más o menos bien en mayo. Me costaba. Ahí hemos ido subiendo paulatinamente el entrenamiento. No podía hacer el trabajo físico, pero en enero volví de a poco. No iba al gimnasio, pero no he descuidado al tiro. La rodilla me molestaba.

P: ¿Estos cinco meses que restan para los Suramericanos son suficientes?

R: Digo exactamente lo mismo que en 2013: si queríamos tener una grata representación, una posibilidad de que Bolivia escale posiciones, que siendo locales podíamos, debimos trabajar como mínimo cuatro años desde el momento en que se nombró sede a Bolivia. Al mismo tiempo, también pedí que los escenarios estén por lo menos un año antes de esto, para que el deportista boliviano no se sienta visitante en su casa. La mayoría de los que vienen está entrenando en un campo deportivo adecuado. Se tenía que hacer los campamentos de 10 o 15 días ahí porque, de lo contrario, nos va a seguir pasando lo de ahora. Nos topamos con campos deportivos modernos y no estamos adecuados a ellos. En el tiro deportivo, tengo la máquina del 94. La Gobernación (Santa Cruz) me la sigue acomodando cuando se puede, pero compito con electrónico afuera. Claro que a mí no me achicopala cualquiera (risas), pero la realidad es que así van los distintos deportes. No estamos de igual a igual.

P: ¿Qué le queda entonces a Bolivia?

R: Entre los tres primeros no creo que estemos. En natación, Karen (Tórrez) se encuentra muy bien. El tiro igual pasa por un buen momento desde hace varios años. No sé si llegaremos al oro, pero sí que sacaremos medallas. Son semillas que se han venido puliendo de a poco. Deberíamos trabajar en el recambio. A Bolivia le cuesta hacerlo.

P: ¿En qué te centrarás de aquí hasta mayo?

R: Me fue un poco difícil volver a disparar a nivel estándar después de que me atropellaron, pero ahora estoy muchísimo mejor. En los Juegos vamos a llegar ya con el 100 o el 120 por ciento . Vamos a implementar otro tipo de trabajos psicológicos. Creo que entrenaré la parte general la segunda quincena de este mes.

3 Especialidades

Rudolf Knijnenburg logró las tres preseas de plata en 10 Metros Pistola de Aire (AP60), 50 Metros Pistola Libre Equipos y 25 Metros Tiro Rápido, también por Equipos.