Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 23:40

¿Ganamos o perdimos todos?

Igual o peor. Desde la perspectiva que más nos interesa, que es la de los intereses comunes de los ciudadanos, el domingo en verdad perdimos todos. Este lunes la justicia estaba igual o peor que un día antes.<BR>
¿Ganamos o perdimos todos?
Tan polarizado parece estar nuestro país, que en los comicios de anteayer, al igual que en los recientes, uno y otro bando político intenta atribuirse victorias que en realidad son derrotas para toda la ciudadanía. Así ha sucedido en las elecciones judiciales del domingo, en las que el voto nulo ha superado más del 50 por ciento , aunque Gobierno y opositores se atribuyen beneficios de este proceso fallido.

La población acudió a las urnas para elegir de entre 96 candidatos, preseleccionados por la Asamblea Legislativa, a los nuevos magistrados de cuatro altos tribunales. Los votos válidos quedaban ayer entre el 31 por ciento y el 33 por ciento , cuando faltaba poco para que se cierre del recuento oficial, reflejó EFE.

El presidente Evo Morales aseguró que los opositores "fracasaron en su campaña" contra las elecciones judiciales, planteadas como un plebiscito hacia su figura. "¿Qué dijeron? Dijeron que el 70 por ciento va a ser nulo. Yo calculo, por lo menos, va a ser 50 por ciento nulo ¿Y dónde está el 70 por ciento de la derecha? Ahora intentan algunos políticos fracasados acusar que el Gobierno ha perdido", sostuvo el gobernante. Morales reivindicó la participación ciudadana en los comicios, bajo el argumento de que su Gobierno no hizo "ninguna campaña", pese a que "la derecha contrató empresas" para promover el voto nulo e incluso recurrió a "algunos delincuentes". Señaló que en la elección judicial "el pueblo ha elegido sus autoridades", que ahora "no se deben a los políticos", como sucedía en otros gobiernos cuando también incidía la decisión de la Embajada de Estados Unidos, tal como se documentó en diarios de la época.

La oposición, por su lado, ha cantado victoria y ha subrayado el carácter plebiscitario que tuvo la elección, ya que, según su interpretación, la cantidad de votos nulos expresa también el rechazo a la postulación de Morales en 2019, validada por los magistrados salientes del Tribunal Constitucional Plurinacional. En un mensaje dirigido al Mandatario en Twitter, el expresidente Carlos Mesa señaló que los resultados son un "mensaje sobre la deriva" de la democracia y el "descrédito" de la justicia. "Se impone que respete la soberanía popular, expresada de nuevo con contundencia". El líder de Unidad Nacional (UN), el empresario Samuel Doria Medina, consideró que el gobernante "ya no tiene la mayoría y por eso recurre a la fuerza y a la trampa para perpetuarse en el poder". "Con el aliento de esta victoria, nos llenamos de fuerza para seguir rechazando el caudillismo y construir una Bolivia sin ventajistas, corruptos y autoritarios".

¿Quiénes entonces ganaron y quiénes perdieron? Desde el terreno del cálculo político, lo cierto es que, si se asume a rajatabla que lo del domingo fue más que todo un plebiscito, este habrá comprobado que el oficialismo sigue contando con una importante base electoral, cercana a un tercio de los votantes. Por ello, de darse el caso de que, como se ha anunciado, el Presidente vuelva a ser candidato en 2019, sería muy difícil para alguno de los opositores hacerle frente por separado, sin el respaldo de los otros. Aun un frente unido a la cabeza del mejor situado en las actuales encuestas (Mesa, quien, por cierto, el domingo reiteró que no le interesa ser presidenciable) tendría dificultades para forzar una segunda vuelta en la que, probablemente, sí tendría más chances.

Ahora bien, desde la perspectiva que más nos interesa, que es la de los intereses comunes de los ciudadanos, el domingo en verdad perdimos todos. Este lunes la justicia estaba igual o peor que un día antes. Y es que, como señalábamos ayer, si bien las nuevas autoridades judiciales tienen el respaldo de cientos de miles de votantes, este es mínimo y por ello tendrán que comenzar sus gestiones con el peso de la ilegitimidad, a la sombra de sospechas de probables nexos con el Ejecutivo. Ello sin duda hará mucho más espinoso el ya intrincado camino del cambio en el Órgano Judicial para librarlo de corrupción y hacerlo mejor para todos.