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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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OJO ENERGÉTICO

Dinámica de precios de gas natural

Dinámica de precios de gas natural
Recientemente ha concluido el Foro de Países Exportadores de Gas realizado en Santa Cruz, donde se ha debatido muchos temas. Dos de ellos creemos que merecen análisis.

El primero está relacionado a demandar que el planeta impulse aún más el desarrollo tecnológico, promueva regulación que fomente el uso de gas natural y desplace al carbón y derivados de petróleo en generación eléctrica, para lo que el gas es extremadamente eficiente en su combustión en plantas de ciclo combinado. Esto es un respaldo a energías alternativas renovables intermitentes y de transición a un planeta eléctrico.

En la misma línea, se demandó desarrollos tecnológicos y políticas públicas que promuevan e impulsen la utilización de gas natural en el segmento transporte, con GNL, en el sector marítimo, en transporte pesado (flotas, camiones y buses) y en maquinaria pesada. Recordemos que todo indica que el transporte de vehículos livianos transitara rápidamente a vehículos eléctricos.

El gas natural, no cabe la menor duda, que es el energético del siglo XXI. Ayudará a descarbonizar el planeta y es elemento de transición a otros tipos de energía, por ser un energético abundante, limpio, con infraestructura desarrollada, y por ser competitivo.

Es sobre esta competitividad del gas natural que queremos plantear el segundo tema de análisis. En la declaración de Santa Cruz de los países exportadores de gas, se puede leer: “tener un enfoque más equitativo de distribución de riegos en el tema de mecanismos de precios de gas, vinculado al petróleo y sus derivados, para asegurar un precio justo para el gas natural, tomando en cuenta sus ventajas en términos de eficiencia energética y primas medioambientales”. En las siguientes líneas trataremos de interpretar este enunciado.

Un sinnúmero de transacciones de gas natural, especialmente de GNL, aún se realizan a nivel internacional y regional, en función de marcadores de precio como son el petróleo y sus derivados, y que tenían razón de ser en el pasado. Analicemos esto con los dos contratos más importantes que hay en el Cono Sur.

En el contrato Bolivia-Brasil, que se negoció 20 años atrás, los precios del gas natural se los vinculó a varios tipos de fuel oils, porque el objetivo central era reemplazar estos en la generación eléctrica, y el gas tenía que ser competitivo con estos productos. Para el contrato entre Bolivia y Argentina, se utilizó el mismo modelo, porque una parte de generación eléctrica aún se la hace con derivados del petróleo, debido a la crisis de desabastecimiento de gas natural.

Esta situación ha cambiado y está cambiando radicalmente en el Cono Sur con la llegada del GNL, con más gas producido offshore en Brasil y shale en Argentina, y recientemente la irrupción de las energías eólica y solar con muy bajos costos. Si el mercado hace su trabajo y se fomenta transacciones competitivas e integración, se debería crear una especie de nodos (HUBS) de marcadores de gas, tanto en Brasil (San Pablo) y Argentina (Buenos Aires). En estos HUBS deberían competir con el gas producido localmente, gas importado de Bolivia y gas importado GNL.

El gas boliviano y el gas producido localmente en Argentina y Brasil tendrá que competir con GNL producido en los plays de shale en EEUU, y que tiene costos de producción, licuefacción, transporte hasta Brasil y Argentina, y regasificación. Los compradores de gas natural, que obviamente buscan los menores precios, podrán utilizar el GNL en una especie de techo para negociar gas producido localmente e importado de Bolivia. El marcador podría ser el Henry Hub, por ejemplo, en reemplazo de los fuel oils.

En este contexto de desregulación, competencia y mercado, el gas natural producido en Bolivia resulta altamente competitivo (a pesar de la elevada carga tributaria). Los campos están en una zona geológicamente muy conocida, se conocen los factores de recobro, son altamente productivos los pozos que se perforan y además se cuenta con una infraestructura depreciada y desarrollada para procesar y transportar el gas natural hasta las fronteras.

Por lo anterior, el precio más justo para el gas natural en el Cono Sur es el que saldrá de las transacciones del mercado y en el que los compradores optarán por las opciones que más les convengan. La competencia será, todo indica, de gas con gas, y el marcador de precio no será más el petróleo o sus derivados.