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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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MIRADAS ANTROPOLÓGICAS

Género y sexo

Género y sexo
Hay muchas palabras utilizadas cotidianamente. Se las escucha, habla, piensa, siente y escribe, y es probable que no se las comprenda en su integridad. En las últimas semanas, ha copado el interés de la opinión pública el tema referido a la huelga de hambre protagonizada por personas trans y seguramente por los familiares y afines. Una de las confusiones que tenemos es la que se refiere a la diversidad sexual y de género. En la mayoría de los documentos para acceder a un trámite, se pregunta indistintamente ambas palabras: sexo o género. ¿Cuál es la diferencia?

Sexo se refiere a las diferencias biológicas entre mujer y hombre. Género es la construcción social y cultural de la identidad, debido a que, tanto la mujer como el hombre, asumen todos los atributos al género en cuestión. En este contexto, también se habla de orientación sexual. Ahí entramos, aunque no se quiera, en terreno tabú, pues esto se refiere a la capacidad del sentimiento de una persona atraída por otra del mismo género o distinto. Podemos mencionar algunos tipos de orientación sexual: la heterosexualidad, que es la atracción por el género opuesto; la bisexualidad, atracción por el mismo género y también por el distinto; la homosexualidad, personas que se sienten atraídas por su mismo género. Esto no tiene nada que ver con las personas travestis, que son aquellas que se visten y adecuan su apariencia, usando prendas u objetos del género opuesto a su sexo biológico.

Ahora bien, la identidad de género es la manera en que todas las personas construimos y vivimos nuestro género, el mismo que puede o no corresponder al sexo biológico o de nacimiento. Y en este terreno entra la palabra “transgénero”, la misma que se refiere a las distintas variantes, en las cuales el sexo biológico es diferente a la identidad de género. Esta definición no tiene ninguna relación con la orientación sexual. Asimismo, la transexualidad femenina o masculina alude al concepto “transexual”, personas que eligen u optan por tratamiento quirúrgico y hormonal, para adecuar su cuerpo o sexo a la forma en que se sienten y se conciben a sí mismas, lo que es distinto al género que culturalmente se asigna a su sexo.

Con todo, es difícil abordar esta situación. Estas personas viven una realidad que no entendemos, sin embargo, la juzgamos. Trans, heteros, homosexuales, qué más da. Todas ellas y ellos sufren un proceso de descubrir su escenario, de ser aceptados, muchas veces ocupando espacios complicados y buscando, casi siempre, la aceptación social y la necesidad de afirmarse como personas comunes y corrientes. Pienso que hacen mucha falta investigaciones sobre este tema para llegar a comprender en toda su magnitud estas dificultades. Igualmente, hay profundizar en el conocimiento del origen de la heterosexualidad, con el fin de comprender la homosexualidad.

Actualmente, hay estudios psicobiológicos y epigenéticos que sugieren que se nace con esta condición. “Un algoritmo que utiliza la información de nueve regiones del genoma humano puede predecir la orientación sexual masculina, con hasta un 70 por ciento de precisión, según un estudio presentado en la Reunión Anual de la Sociedad Americana de Genética Humana, celebrada en Baltimore (EEUU)”.