Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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NOESIS

Papelón ante el dictador

Papelón ante el dictador
El Cóndor de los Andes es la más alta distinción que otorga el Estado Plurinacional de Bolivia a ciudadanos e instituciones nacionales o extranjeros, por eminentes servicios, civiles o militares prestados a la nación y a la humanidad. Fue creada por Decreto Supremo del 18 de abril de 1925, año del centenario de Bolivia, mismo que fue elevado a la categoría de Ley de la República el 10 de octubre de 1941. Esta máxima distinción fue otorgada por el presidente Evo Morales al señor Teodoro Obiang, presidente de Guinea Ecuatorial.

La máximo distinción se otorga a personalidades que prestan eminentes servicios a la nación y la humanidad. ¿Qué eminentes servicios ha prestado el señor Obiang a Bolivia? ¿Qué servicios a la humanidad? ¿Cuál es nuestra ración comercial entre Bolivia y Guinea Ecuatorial? Con Guinea Ecuatorial no nos une ningún vínculo comercial o económico.

Ahora bien, ¿quien es Teodoro Obiang? Según el diario El Mundo, ha cumplido ya 38 años en el poder, desde que el 3 de agosto de 1979 derrocara en un golpe de Estado a su tío, el siniestro Francisco Macías. Se llamó "golpe de la libertad", pero no fue necesario mucho tiempo para saber que el sobrino no iba a diferir mucho del tío. Macías, al que el socialista Fernando Morán consideraba "un ególatra con manifiestas tendencias esquizofrénicas", implantó un régimen de terror que Obiang se ha encargado de continuar. Miembro del poderoso clan de los Mongomo, el Presidente guineano aprendió el oficio de las armas en la España franquista, en tiempos en que su país era todavía colonia. En 1964, se graduó como sargento en la Academia Militar de Zaragoza. De regreso a África, vivió a la sombra de Macías hasta que su crueldad alcanzó a algunos parientes cercanos, y decidió desbancarle del poder. Tras pedir el correspondiente permiso a Madrid, a través de una carta al rey y otra al presidente Adolfo Suárez, se autoproclamó Presidente, y pasó por las armas a las autoridades. Eso fue después de montar una vergonzosa farsa de juicio en un cine de Malabo, la capital.

Aunque en un principio un atisbo de esperanza recorrió el país, fue colocando sin ningún pudor en los más altos cargos a familiares, amigos, esposas oficiales, queridas y el resto de su estrambótica corte. Su carácter autoritario se fue revelando con los constantes ataques a la siempre débil oposición. En 1982 y en 1991, sometió a fraudulentas consultas sendos textos constitucionales (...).