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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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DESDE AFUERA

Claves para entender la actualidad peruana

Claves para entender la actualidad peruana
1. Escaso margen de victoria, poca representación en el Congreso. La mayoría de las rispideces de la gobernabilidad de Pedro Pablo Kuczynski (PPK) se remonta a la génesis de su victoria por un margen ínfimo de 0.24 por ciento de ventaja en el balotaje del 5 de junio de 2016. Las victorias en primera instancia de Keiko se han visto truncadas frente al balotaje de 2016 (contra PPK) y 2011 (contra Humala), pero no le han impedido construir una mayoría incisiva en el Congreso y un arraigue territorial, sumado al capital necesario para costear la campaña. En las elecciones de 2011, el fujimorismo sumó 25 bancas, obteniendo un total de 37 curules, mientras que en 2016 sumó otras 36, alcanzando la mayoría absoluta con un total de 73 congresistas de 130 escaños. La oposición liderada por Keiko ya mostró su fuerza política cuando el gabinete ministerial perdió el voto de confianza. Además, el oficialismo no presentó candidatos para la presidencia del Congreso, cediéndole la cancha en este sentido. Tampoco PPK ha sido capaz de establecer alianzas políticas con las otras fuerzas en el Congreso para contrarrestar el poder de Fujimori.

2. Polarización: orden vs. caos y la reactualización del populismo punitivo. Keiko en sí misma, como la expresión de continuidad del modelo de su padre, acarrea simpatías y antipatías extremas. En primer lugar, el fujimorismo se presentó a sí mismo como una fuerza estatal capaz de imponer orden frente al caos de “la guerrilla”. La exhibición de Abimael Guzmán fue el punto culmine de una exitosa campaña de demonización de los grupos armados desde los medios, sumado a que logró conservar a las fuerzas represivas impunes mientras impuso condiciones infrahumanas a los vencidos. Sin embargo, buscó mantener latente la supuesta amenaza como forma de volver legítimo, a los ojos del público, la necesidad de contar con un Ejecutivo fuerte con exceso de atribuciones. Aún hoy la polarización radical opera y la izquierda —o cualquier opción progresista— es tildada de “guerrillera” para su descrédito. Ahora bien, las antipatías también abundan, especialmente entre liberales adeptos a la democracia procedimental y entre los habitantes de la región sur, quienes conocen bien de cerca el accionar de las fuerzas de seguridad del fujimorismo. En 2002, una comisión del Congreso concluyó que 314.605 mujeres fueron esterilizadas sin su consentimiento, en el marco del Programa Nacional de Planificación Familiar aplicado durante el Gobierno de Alberto Fujimori. Además están las críticas por la corrupción: durante el Gobierno de Fujimori habrían desaparecido 6.000 millones de dólares. El eje nodal de la política peruana es binario: fujimorismo y antifujimorismo. Keiko es condición de posibilidad y, a su vez, su propio impedimento.

3. Debilidad de partidos políticos y partido mayoritario. FP se erige como el partido mayoritario frente a partidos políticos débiles y mellados por escándalos de corrupción de sus líderes o directamente judicializados: Acuña, Humala, Heredia, García, etc.

Además, la izquierda ha sido incapaz de concentrar sus esfuerzos en el establecimiento de una alianza política entre las diferentes agrupaciones que se reconocen progresistas. Perú todavía arrastra la pesada herencia del fujimorismo en lo que respecta a la consolidación de un sistema de partidos.

4. Parlamentarización de la política. El Congreso ha sido el espacio por excelencia desde donde el FP ha golpeado y desestabilizado a PPK. Aunque el 66 por ciento de la población desaprueba la gestión del Congreso de la República, las sucesivas argucias parlamentarias han costado el cargo de miembros destacados del gabinete oficial (...).

(Tomado de www.celag.org)