Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
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Campaña de “gloria” en Copa y de “pesadumbre” en la Liga

Wilstermann tuvo un desempeño que hizo vibrar a los hinchas tras disputar los cuartos de final de la Libertadores y de descontento por no pelear por el título nacional.
Campaña de “gloria” en Copa y de “pesadumbre” en la Liga





Wilstermann tuvo este año dos campañas totalmente diferentes que dejó a los hinchas contentos, pero al mismo tiempo molestos, por el trabajo que realizó el entrenador peruano Roberto Mosquera, al frente del plantel.

El estratega llegó a Cochabamba con el propósito de hacer historia. Logró su objetivo, al avanzar tres fases de la Copa Libertadores de América, pero no pudo ser protagonista en el torneo Adecuación y, un error (cinco extranjeros en cancha), complicó la lucha por el título del Clausura.

Wilster después de 36 años volvió a vibrar en los cuartos de final de la Copa en un estadio colmado de espectadores y teñido de rojo. Inicialmente, clasificó en la fase de grupos y superó los octavos de final.

La destacada actuación del Aviador permitió un ingreso de 3.5 millones de dólares a las arcas del club, además de importantes convenios interinstitucionales en la Llajta.

En la Copa, el estadio Félix Capriles fue calificado como el “Cementerio de los Gigantes” porque los Rojos terminaron invictos en Cochabamba.

Wilstermann era noticia internacional porque superó en la Llajta a Peñarol (6-2), Atlético Tucumán (2-1), Palmeiras (3-2), Atlético Mineiro (1-0) y River Plate (3-0).

La otra cara de la moneda fue la pésima campaña que hizo en el torneo Adecuación de la Liga donde terminó en el décimo lugar con 23 unidades, por encima de Petrolero (20) y Universitario (18).

El Rojo terminó con 27 puntos de diferencia con relación a Bolívar (50), que se consagró campeón del certamen liguero.

En el Clausura, el Imperio Escarlata comenzó la competencia haciendo soñar a sus hinchas con la posibilidad de conquistar un nuevo título tras cinco triunfos y dos empates que los dejó como solitario líder y hasta con siete puntos de diferencia sobre sus escoltas.

A partir de la octava fecha, los Rojos cosecharon cuatro derrotas discontinuas y fue cediendo posiciones en el torneo, pero “la gota que derramó el vaso” fue que el entrenador Mosquera ponga cinco extranjeros en cancha provocando la pérdida de tres puntos y luchar por el título.

Ahora, el consuelo es que Wilster conquiste una plaza para la Libertadores como Bolivia 3.

Dos técnicos

El peruano Roberto Mosquera estuvo al frente de Wilster por diez meses, tras su salida, tomó el mando Álvaro Peña.