Opinión Bolivia

  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Karen Tórrez, la campeona que nos enseña a soñar a brazadas

Karen Tórrez, la campeona que nos enseña a soñar a brazadas

En Bolivia la llaman sirena. Pero la nadadora Karen Milenka Tórrez tiene alma de salmón. Ella, la ahora campeona bolivariana y dueña de un récord que ve como una fantasía, va siempre contra la corriente.


Una vez más, la cochabambina se rebeló a ese imaginario que dicta que los atletas bolivianos están condenados a simplemente participar mientras sus rivales se cansan de subir al podio. Y en Santa Marta, la casa de los XVIII Juegos Bolivarianos, puso sonar por primera vez el himno de su país como premio a su constancia y mente de oro.

Tórrez se colgó la presea dorada con un tiempo de 25 segundos en la prueba de los 50 metros libres, después de un remate perfecto que dejó sin opción a la colombiana Isabella Arcila, que llegó a 25 milésimas.

"Todavía no me la creo, pero más por el tiempo que por la medalla. Conseguí una marca que no pensé que podía ser capaz de hacer. Tenía 25.67 como mejor marca antes de venir a Colombia. ¡67 centésimas en 50 metros es un mundo! Estoy muy contenta", expresó la nadadora en entrevista con Efe.

Aún busca respuesta a ese buen resultado, por el que lleva años trabajando y que se equipara, de alguna manera, a su clasificación a los Juegos Olímpicos de Londres 2012, donde fue abanderada.

"Estuve entrenando en la altura de La Paz. Ha sido más duro por la falta de oxígeno. Creo que eso me ayudó bastante, pero también la adrenalina de la prueba y pensar que tenía que ganar el oro para mi país", enunció la deportista de 28 años.

"Superé mis expectativas con un récord bolivariano y una marca buenísima", agregó.

Pero detrás de ese logro, que se suma a los más de 40 récords nacionales que ostenta, está una mentalidad de campeona atípica en su país.

En los 20 años que lleva de carrera ha visto a otros atletas pensar "soy Bolivia, no voy a pelear nada".
Por ello, invita a "cambiar esa mentalidad porque si entras a competir pensando así, vas a perder. Si piensas en ganar, tienes opciones porque llevas el 50 por ciento hecho. La mente puede hacer grandes cosas".

Como en Bolivia es una utopía vivir del deporte, ella alterna desde hace un año sus estudios en nutrición y la competencia con su rol como entrenadora en un club de natación, trabajo que usa para hacer patria convirtiendo niños y jóvenes en campeones.

"Les enseño a tener un poco más de actitud y garra al momento de competir", contó la deportista, quien será aún más inspiración para sus compatriotas y alumnos cuando regrese con el oro.
"Por el historial que tiene Bolivia en las diferentes competiciones, los nadadores de alguna manera se achican ante países grandes como Colombia o Brasil. Falta tener garra y pensar que podemos ser diferentes a esa historia", enunció.

Esa mente ganadora la potenció en los tres años que estuvo en un Centro de Alto Rendimiento en Barcelona, donde mejoró muchos aspectos técnicos y le hicieron ver al deporte de una manera "más científica".

"No es solo meterse a una piscina, sino que existen otras cosas como el entrenamiento invisible, descansar y alimentarse bien", dijo la cochabambina.

En este sentido, anhela ver atletas cada vez más profesionales en su país, un sueño que sí o sí necesita del apoyo estatal, proyectos serios a largo plazo y de mejores escenarios, pues "el deportista y los resultados no se hacen en meses, se hacen en años".