MIS CIRCUNSTANCIAS
Wilstermann, marca indeleble
22 de noviembre de 2017 (20:39 h.)
Mañana, 24 de noviembre, Wilstermann cumple 68 años de vigencia en el fútbol boliviano, como marca indeleble en el corazón de miles de aficionados en Cochabamba, Bolivia y el mundo.
Es uno de los clubes más grandes de la historia, paradójicamente elevado a la cúspide por exrivales celestes, como Roberto Prada Estrada y Jorge Rojas Tardío. Hoy no se puede concebir un torneo profesional sin la presencia de Wilstermann, que supo estar en la gloria y el infierno.
Con una mayoría abrumadora de seguidores, entre activos y más pasivos, el Rojo o Aviador escribió varias páginas en casi siete décadas de existencia, con 13 títulos nacionales y un nombre muy conocido a nivel internacional.
Junto a los mencionados dirigentes, inscribieron sus nombres Fernando Vargas y Alfredo Salazar Rivas, que presidieron dos campañas que concluyeron en títulos, también cabe mencionar a Mauricio Méndez (2000) y Gróver Vargas (2016).
Entre los técnicos, hay que destacar al mejor, José Carlos Trigo, que dirigió ocho veces a Wilstermann, ganando tres títulos nacionales en 1967, 1972 y 1973; al argentino Saúl Ongaro, en 1958 y 1959; al chileno Raúl Pino, en 1980 y 1981; a José Villazón Peredo, en 1960; a Tito Montaño, en 2000; a Mauricio Soria, en 2006; a Eduardo Villegas, en 2010; y a Julio Alberto Zamora, en 2016.
La comunidad wilstermanista disfrutó y es orgullosa de tres épocas doradas, entre los años 1957-1961, 1972-1974 y 1980-1982, con personalidades que permanecen en la memoria, como el inolvidable Sixto Oquendo, fundador y primer kinesiólogo del equipo, y quien también trabajó con la Selección.
Como goleador histórico imbatible (250 tantos) permanece el elegante y espectacular Renán López Echavarría. Le siguen Gastón Taborga (104) , Carlos Cárdenas (86) , Máximo Alcócer (57), Gonzalo Galindo (55), Freddy Salguero (50) y Thiago (44). Son registros cuya superación es difícil, porque ahora los jugadores cambian de equipo como de calcetines.
Con la exitosa campaña en la Libertadores, se comenzaba a hablar de una cuarta época de oro que se borró de un plumazo, con la humillante goleada sufrida en el Monumental; aunque, a diferencia del año pasado, Wilstermann tiene dinero ganado, como para soñar con otra participación internacional.
Arturo Sobenes escribió “Cuando lo veo jugar, a mi equipo Wilstermann, se me llena el alma entera de felicidad”.
Es uno de los clubes más grandes de la historia, paradójicamente elevado a la cúspide por exrivales celestes, como Roberto Prada Estrada y Jorge Rojas Tardío. Hoy no se puede concebir un torneo profesional sin la presencia de Wilstermann, que supo estar en la gloria y el infierno.
Con una mayoría abrumadora de seguidores, entre activos y más pasivos, el Rojo o Aviador escribió varias páginas en casi siete décadas de existencia, con 13 títulos nacionales y un nombre muy conocido a nivel internacional.
Junto a los mencionados dirigentes, inscribieron sus nombres Fernando Vargas y Alfredo Salazar Rivas, que presidieron dos campañas que concluyeron en títulos, también cabe mencionar a Mauricio Méndez (2000) y Gróver Vargas (2016).
Entre los técnicos, hay que destacar al mejor, José Carlos Trigo, que dirigió ocho veces a Wilstermann, ganando tres títulos nacionales en 1967, 1972 y 1973; al argentino Saúl Ongaro, en 1958 y 1959; al chileno Raúl Pino, en 1980 y 1981; a José Villazón Peredo, en 1960; a Tito Montaño, en 2000; a Mauricio Soria, en 2006; a Eduardo Villegas, en 2010; y a Julio Alberto Zamora, en 2016.
La comunidad wilstermanista disfrutó y es orgullosa de tres épocas doradas, entre los años 1957-1961, 1972-1974 y 1980-1982, con personalidades que permanecen en la memoria, como el inolvidable Sixto Oquendo, fundador y primer kinesiólogo del equipo, y quien también trabajó con la Selección.
Como goleador histórico imbatible (250 tantos) permanece el elegante y espectacular Renán López Echavarría. Le siguen Gastón Taborga (104) , Carlos Cárdenas (86) , Máximo Alcócer (57), Gonzalo Galindo (55), Freddy Salguero (50) y Thiago (44). Son registros cuya superación es difícil, porque ahora los jugadores cambian de equipo como de calcetines.
Con la exitosa campaña en la Libertadores, se comenzaba a hablar de una cuarta época de oro que se borró de un plumazo, con la humillante goleada sufrida en el Monumental; aunque, a diferencia del año pasado, Wilstermann tiene dinero ganado, como para soñar con otra participación internacional.
Arturo Sobenes escribió “Cuando lo veo jugar, a mi equipo Wilstermann, se me llena el alma entera de felicidad”.