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Wilstermann, marca indeleble

Wilstermann, marca indeleble
Mañana, 24 de noviembre, Wilstermann cumple 68 años de vigencia en el fútbol boliviano, como marca indeleble en el corazón de miles de aficionados en Cochabamba, Bolivia y el mundo.

Es uno de los clubes más grandes de la historia, paradójicamente elevado a la cúspide por exrivales celestes, como Roberto Prada Estrada y Jorge Rojas Tardío. Hoy no se puede concebir un torneo profesional sin la presencia de Wilstermann, que supo estar en la gloria y el infierno.

Con una mayoría abrumadora de seguidores, entre activos y más pasivos, el Rojo o Aviador escribió varias páginas en casi siete décadas de existencia, con 13 títulos nacionales y un nombre muy conocido a nivel internacional.

Junto a los mencionados dirigentes, inscribieron sus nombres Fernando Vargas y Alfredo Salazar Rivas, que presidieron dos campañas que concluyeron en títulos, también cabe mencionar a Mauricio Méndez (2000) y Gróver Vargas (2016).

Entre los técnicos, hay que destacar al mejor, José Carlos Trigo, que dirigió ocho veces a Wilstermann, ganando tres títulos nacionales en 1967, 1972 y 1973; al argentino Saúl Ongaro, en 1958 y 1959; al chileno Raúl Pino, en 1980 y 1981; a José Villazón Peredo, en 1960; a Tito Montaño, en 2000; a Mauricio Soria, en 2006; a Eduardo Villegas, en 2010; y a Julio Alberto Zamora, en 2016.

La comunidad wilstermanista disfrutó y es orgullosa de tres épocas doradas, entre los años 1957-1961, 1972-1974 y 1980-1982, con personalidades que permanecen en la memoria, como el inolvidable Sixto Oquendo, fundador y primer kinesiólogo del equipo, y quien también trabajó con la Selección.

Como goleador histórico imbatible (250 tantos) permanece el elegante y espectacular Renán López Echavarría. Le siguen Gastón Taborga (104) , Carlos Cárdenas (86) , Máximo Alcócer (57), Gonzalo Galindo (55), Freddy Salguero (50) y Thiago (44). Son registros cuya superación es difícil, porque ahora los jugadores cambian de equipo como de calcetines.

Con la exitosa campaña en la Libertadores, se comenzaba a hablar de una cuarta época de oro que se borró de un plumazo, con la humillante goleada sufrida en el Monumental; aunque, a diferencia del año pasado, Wilstermann tiene dinero ganado, como para soñar con otra participación internacional.

Arturo Sobenes escribió “Cuando lo veo jugar, a mi equipo Wilstermann, se me llena el alma entera de felicidad”.