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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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DESDE AFUERA

¿Quién domina el mundo?

¿Quién domina el mundo?
Intervencionismo imperialista con ropaje nuevo, y no "derecho de intervención humanitaria" como se presenta en su propaganda oficial, así define y resume la política exterior estadouniense uno de los ideólogos más lúcidos de Estados Unidos y del mundo, Noam Chomsky, en su más reciente obra editorial,” ¿Quién domina el mundo?”.

Si bien esa política se ha recrudecido con el ascenso al poder de la derecha neofascista, no es el sello distintivo de un partido, Demócrata o Republicano, o de una administración en particular, Roosevelt o Reagan por citar dos nombres, es una doctrina de Estado emanada de la exitosa y rentable participación de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, donde se erigió, en mercadotecnia y liturgia, como el custodio de los valores universales cuando en realidad solo protege intereses geopolíticos particulares en una amplia franja del mundo que asume como propia, la doctrina del Área Grande.

Colaborador de este mismo diario (Jornada), con artículos y ensayos siempre documentados y de vanguardia, el profesor Chomsky afirma sin ambages que se trata "del territorio que Estados Unidos debía dominar y que abarcaba el hemisferio occidental (incluida América Latina), el lejano oriente y el antiguo Imperio británico (el sudeste asiático y África)". Al menos dos terceras partes del mapa mundial, pues.

Con ese concepto del Área Grande, "Estados Unidos mantenía un poder indiscutido con supremacía militar y económica, al tiempo que garantizaba la limitación de cualquier ejercicio de soberanía por parte de estados que podrían interferir en sus planes globales".

La doctrina del Área Grande, observa Chomsky, "autoriza la intervención militar a voluntad" y cita para sustentarlo al propio expresidente Clinton, uno de los más liberales y calificados como progresistas, quien declaró que “Estados Unidos tiene derecho a usar la fuerza militar para proteger el acceso sin restricciones a mercados, suministros de energía y recursos estratégicos clave… y debe mantener enormes fuerzas militares desplegadas en avanzada en Europa y Asia para moldear la opinión de la gente sobre nosotros y los sucesos que afecten a nuestra subsistencia”.

Pero no es la población de Estados Unidos, los ciudadanos promedio que con su trabajo cotidiano sostienen a ese país (apoyados en la contribución sustancial de los migrantes decimos nosotros), quien dicta esa política exterior intervencionista y avasallante, sino las élites políticas y económicas, en la línea de pensamiento del sociólogo y politólogo alemán Robert Michels, plasmada en la "ley de hierro de las oligarquías".

Específicamente, quienes determinan la política de Gobierno de ese país en general, incluida la política exterior, son, a juicio del profesor Chomsky, los grandes corporativos industriales, comerciales y financieros, la cúpula del ya de por sí reducido 0.1 por ciento de la población que concentra el poder y la riqueza. De ahí, concluye que la democracia estadounidense, algún día tenida por paradigmática y vendida como ejemplar, es hoy día y desde hace varias décadas una democracia mercantil, dominada y al servicio de esas grandes corporaciones, con elecciones presidenciales cuyo costo rebasa los 2 mil millones de dólares. De tal suerte que "el sistema político se ha ido destruyendo progresivamente y ha metido cada vez más a los partidos hegemónicos en los bolsillos de las grandes empresas, con una escalada de costos electorales; los republicanos en un nivel de farsa, los demócratas no muy detrás" (...).

(Tomado de www.jornada.unam.mx)