Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
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EL ACTOR DE PANTOMIMA Y ESCRITOR FRANCÉS CONVERSÓ SOBRE SUS ACTIVIDADES EN BOLIVIA, ADEMÁS DE SUS POSTURAS PERSONALES FRENTE AL ARTE.

Philippe Bizot: Entre el gesto, la memoria y el silencio

Philippe Bizot: Entre el gesto, la memoria y el silencio



Observando con una mirada que no observa, sino que escudriña cada gesto, y sin quitar la sonrisa de su rostro, el maestro Philippe Bizot, mimo francés que tiene una estrecha relación con Bolivia, conversó con OPINIÓN, aprovechando su breve estadía en la Llajta, debido a un taller.

PRIMERA ESCENA Habíamos dicho que la mirada de Bizot escudriña. No es una exageración: el actor, como trabajador del gesto, afirma que lo único que supera al lenguaje es el silencio, “porque el silencio se sirve de imágenes y gestos, no así de sonidos, para comunicar o dar a entender distintas cosas”. Y si bien sugiere un lenguaje diferente, es uno rebelde, porque va a prescindir de las palabras, de los códigos que separan la comunicación humana.

El maestro pone un ejemplo claro: si tú tienes la imagen de un niño llorando en la primera plana del periódico, no importa el idioma en el que el texto está escrito, entenderás que la noticia es sobre una tragedia. Por eso, para poder transmitir esas emociones desde escena, el mimo necesita aprenderlas. Bizot a aprendido a leer estos gestos, y a partir de ellos es capaz de leer la personalidad e incluso el pasado de la gente.

SEGUNDA ESCENA Bizot señala que “el silencio es el lenguaje maternal”, es el que precede a las palabras. Es comprensible que un mimo, desde su posición estética, valore el silencio. Sin embargo, para Bizot el asunto se ha hecho conceptualmente más complejo: “Cuando escribo en francés no hablo de silencio, sino de un silencios. Son territorios diferentes, el lugar de las confidencias y secretos. Uno de estos silencios es el que tiende un puente invisible con el público”.

Sin embargo para Bizot el silencio no solo es importante en el desarrollo escénico de una función de mimo. Para él, el silencio es el lugar de la memoria. “Cuando te acuerdas de los momentos más felices, o tristes, lo haces en silencio”. Esa memoria es la que permite al actor sentir nuevamente algo intenso. Esa memoria le permite crear una gestualidad.

Bizot recurre a su memoria para crear, pero afirma que también recurre a la memoria de la gente a la que lo rodea. Se apropia de la memoria ajena y utiliza el silencio para producir algo a partir de ello. “Los recuerdos son universales”, sintetiza el maestro para dejarnos entender que también el silencio es universal, así como los gestos. Y por ello mismo la pantomima es universal.

La obra que presentará en La Paz los días 23, 24, 25 y 26 de noviembre, llamada “El último barco”, es construida a partir de esta idea de la memoria: del actor, del mimo y del hombre; imágenes para recordar y también aquellas que se preferirían olvidar.

Maestros

Bizot debe su pasión por la pantomima a los actores franceses Marcel Moreau y Jean Louis Barrault.