Esta mañana, distintas autoridades del oficialismo salieron a expresar su profunda preocupación por el mencionado encuentro y aseguraron que Carlos Mesa es un servidor público y debe coordinar y rendir informe de todas sus actividades al Gobierno boliviano. 

"No nos parece nada ético que un servidor público en este momento sostenga reuniones al margen y sin previa coordinación o diálogo con el Gobierno (boliviano) y autoridades diplomáticas de un gobierno (estadounidense) que ha tenido afanes de injerencia política", manifestó, por ejemplo, la ministra de Comunicación, Gisela López. 

En esa misma línea, la senadora por el Movimiento al Socialismo (MAS), Adriana Salvatierra, en contacto con radio Panamericana, aseveró que Carlos Mesa "no es un ciudadano común, es un funcionario" y por ende "está en la obligación de rendir informes de todas las actividades que realiza". 

Ayer, el Vocero de la Demanda Marítima admitió que tuvo una reunión con Brennan, bajo "el derecho que tiene cualquier ciudadano de reunirse con quien vea conveniente", pero negó que dicho encuentro se haya producido para hablar de su posible candidatura presidencial para las elecciones del 2019 y señaló que fue para "despedirse" del diplomático norteamericano que terminará su misión en el país el próximo mes y presentar los nuevos diplomáticos que trabajarán en Bolivia. 

Este hecho también fue criticado por el canciller del Estado, Fernando Huanacuni, quien manifestó que "cualquier tipo de reunión para presentar debe ser a través del Estado. Mesa no es representante nacional, no es parte del Gobierno, no está tratando temas de cooperación (...) No puede ningún encargado de Negocios reunirse con particulares, debe tener reuniones oficiales con sus pares, con autoridades del Gobierno, manifestó el Canciller.