Opinión Bolivia

  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
  • Actualizado 00:00

Fiscalía brasileña vincula avión de LaMia con exsenador venezolano

El avión en el que viajaba la plantilla del equipo de fútbol Chapecoense y en cuyo accidente murieron el año pasado 71 personas, podría no pertenecer a la empresa boliviana LaMia, sino a un exsenador venezolano, indica un infor
Fiscalía brasileña vincula avión de LaMia con exsenador venezolano

Nuevos descubrimientos denotan "la verosimilitud de las sospechas noticiadas por la prensa de que los verdaderos propietarios de esa compañía aérea puede que no sean los bolivianos que figuran en sus actos constitutivos", dice el informe de la Fiscalía.


Sobre el papel, LaMia pertenece a Miguel Quiroga, que era el piloto del avión y murió en el accidente, y a Marco Antonio Rocha, que está fugitivo, circunstancias que dificultan el pago de indemnizaciones a los familiares de las víctimas.

Sin embargo, según los fiscales brasileños en realidad la aeronave que se estrelló pertenecería al exsenador venezolano Ricardo Albacete, y su hija, Loredana Albacete participó en la operación que acabó llevando a los futbolistas brasileños en el avión rumbo a Medellín (Colombia), donde ocurrió el siniestro.

Loredana Albacete habría recibido en una cuenta bancaria de Hong Kong los 459.000 reales (140.000 dólares) que costó el desplazamiento de la plantilla a Colombia.

La relación de padre e hija con la negociación para llevar a los futbolistas en el avión podría colocarlos como responsables de una eventual petición de indemnización, según el abogado de los familiares de las víctimas del accidente, Eduardo Lemos Barbosa, consignado por el diario O Globo.
El accidente ocurrió el 29 de noviembre de 2016 y casi un año después los familiares aún no fueron indemnizados.

El equipo de fútbol Chapecoense debería pagar unos 400 millones de dólares en indemnizaciones, una cantidad muy superior a los tres millones de dólares de patrimonio que el club declaró tener en 2016.

Por otro lado, la empresa que aseguraba a LaMia, la boliviana Bisa, se negó a pagar un seguro de 25 millones de dólares por entender que el piloto y dueño de la empresa voló deliberadamente sin el combustible necesario, poniendo en riesgo a los pasajeros.

La aseguradora propuso entregar 200.000 dólares a cada familia de cada pasajero fallecido por razones humanitarias, pero siempre que los familiares se comprometieran a no procesar a personas ligadas a LaMia, una propuesta que nadie aceptó por el momento.
El avión del vuelo 2933 de LaMia se estrelló en Cerro Gordo (cerca de Medellín) la noche del 28 de noviembre (29 de noviembre en Brasil) con 77 personas a bordo (71 perdieron la vida y seis fueron rescatadas con vida).

Los pasajeros eran futbolistas, equipo técnico, periodistas e invitados del Chapecoense, un equipo de fútbol menor de Brasil que viajaba a Medellín para disputar la final de la Copa Suramericana de ese año contra el Atlético Nacional.