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Impronta de octubre

Impronta de octubre
Octubre era el octavo mes del año en el calendario romano, de ahí su nombre, en el gregoriano que actualmente nos rige, el décimo, mientras que en el Juliano, el undécimo, lo que motiva que la Revolución bolchevique de octubre haya sido en el gélido mes de noviembre ruso, que se sujetaba a ese sistema.

Según el zodiaco, Libra y Escorpio se disputan regir este lapso, sus predicciones aseguran tranquilidad y la presencia de brujas y duendes bienhechores. Un genovés le dio impronta universal a este mes, hace ya 525 años, cuando uno de sus grumetes gritó “¡Tierra!”, y en ella nos descubrieron, es decir nos destaparon, como si estuviésemos ocultos bajo tierra. De ahí para adelante las cosas cambiaron mucho y los tales navegantes impusieron sus maneras y costumbres, entre otras, diferentes formas y maneras de medir, pesar y contar, dándole extrañas denominaciones a ello y todo lo que existía en la naturaleza. De esa manera llegó el nombre de este mes al nuevo mundo, que no era otra cosa que parte del antiguo y viejo mundo, ubicado en otro lado.

Cuando los colonizadores incursionaron en el altiplano sudamericano, empezaron a llenar su calendario, y el 20 de octubre de 1548, fundaron la ciudad de La Paz, quizás como una forma de exorcismo, pero que en los hechos, sirvió de poco, pues más tarde se la declararía sede de Gobierno y, como tal, hubo de soportar de todo, desde el incendio del Palacio de Gobierno hasta el Octubre Negro del 2003. Este mes no solo se enseñoreó en tierras del Illimani, sino en toda la larga y espaciosa geografía nacional, es así que se recuerdan 65 años de cuando en los campos de María Barzola se decretó que las minas de los barones del estaño pasarían al poder del Estado y luego, tiempo después, a manos de cooperativistas privados. Hace cinco décadas en estos mismos idus, la guerrilla guevarista sufrió una aplastante derrota, no obstante se la recordó como hazaña liberadora.

Algo que marcó octubre como mes emblemático y digno de recordar es la nacionalización del petróleo, riqueza nuestra exfoliada por la empresa norteamericana Bolivian Gulf. Fue en el Gobierno del general Alfredo Ovando Candía que el oro negro volvió a su verdadero propietario, quien no cejó ni un solo instante en su recuperación. Los nombres de Abel Iturralde, Sergio Almaraz y Marcelo Quiroga Santa Cruz se consagraron en la lucha nacional y patriótica. Hoy en día, la historia se cuenta a partir de la primera gestión de gobernante, y la verdadera nacionalización del petróleo ni siquiera es mencionada como un hecho anecdótico, al extremo de que el 17 de octubre de 1969 no existió jamás.

Nuevamente y dentro el calendario histórico, este mes marcó su impronta, era un domingo 10, de 1982, cuando nuevamente el pueblo en su conjunto formó filas unánimemente frente a la dictadura, la arbitrariedad y el matonaje, y apostó por un sistema de soberanía popular, respeto a los derechos humanos, vigencia de la ley y alternabilidad en el poder, sistema que actualmente parece atravesar su peor momento. Pese a lo señalado, el patriotismo nacional y su conciencia democrática no se anclan en un mes del año, reverdecen día a día.