Los familiares y los amigos sabían que Nataly Ballón Guzmán, de 29 años, era golpeada constantemente por su concubino, el mecánico Pavel S., de 40. Pero, ella nunca lo denunció y los demás tampoco se atrevieron a hacerlo. Hoy, Nataly está muerta y este feminicidio, el número 20 de la lista de la Fiscalía, ha sumido en un profundo dolor a sus seres queridos. Entre ellos, los hijos de 13 y 10 años que ella tuvo en una primera relación sentimental.

El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia, coronel Iván Luque, informó que la autopsia reveló que Nataly fue golpeada en todo el cuerpo. Tenía hematomas y excoriaciones en piernas, brazos, tórax. Empero, perdió la vida por un golpe muy fuerte en la cabeza, propinado con algún objeto contundente. El resultado de la autopsia echó por tierra las distintas versiones de Pavel S., quien llevó a Nataly al hospital Salomón Klein y pidió que la salven, argumentando que ella se había caído del taxi, luego de la silla de ruedas y que vomitó tras una discusión. Intentó justificar los hematomas diciendo que ocurrieron cuando él la sujetó de los brazos y quiso hacer creer que ella era la agresiva.

Inconsolable, la madre de Nataly contó que hace una semana su hija la había llamado para decirle que estaba en casa de su hermano, porque Pavel la había echado de la suya. “Cada vez la botaba y me la pegaba. De sus cabellos me la arrastraba por el piso y siempre tenía moretones en su cuerpo. Yo le rogaba que se separe porque este hombre nunca mereció a mi hija”. La noche del 2 de noviembre, la pareja había ido a una fiesta de cumpleaños de un amigo de Pavel.

Al llegar a su casa, en la zona de Quintanilla, Sacaba, Pavel S. admite que empezaron una discusión, pero asegura que Nataly era la celosa y agresiva, y él “solo la detenía”. “Ella vomitó, la puse en un sillón y llamé a mi amigo para que la llevemos a un hospital. No la toqué”, insistió. Está detenido.