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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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El Brecht abre su telón

El Brecht abre su telón
Cochabamba tiene una larga tradición de artes escénicas, con varios de los más destacados exponentes del país que han creado una escuela que hasta hoy rinde frutos, pese al tan escaso apoyo de las entidades públicas y privadas. Por ejemplo, el único galardón nacional del ámbito, el Premio de Teatro Peter Travesí Canedo, tiene lugar en nuestros escenarios. Y otro acontecimiento que cobra relevancia en todo el país es el Festival de Teatro Bertolt Brecht que, en su XIX versión y como siempre organizado por el Instituto Cultural Boliviano Alemán (ICBA), se desarrollará del 11 al 18 de noviembre en diferentes espacios de la ciudad, con una atractiva oferta artística que vale la pena apoyar.

Nuestro suplemento cultural Ramona publica mañana toda la información del acontecimiento e información básica de las historias que se presentarán. “Como sucede año tras año, nuevos y viejos rostros comienzan a desfilar por los escenarios cochabambinos. Pero hay uno que se mantiene incólume e inalterable: el de Bertolt Brecht. Este año, el festival teatral organizado por el ICBA reúne a elencos de distintas latitudes y con propuestas más variadas que en ediciones anteriores”, señala nuestro periodista y crítico teatral Mijail Miranda Zapata. “En su edición 2017, el Festival de Teatro Bertolt Brecht ofrece a los amantes cochabambinos de las tablas un catálogo con ocho obras. Siete de ellas corresponden a elenco nacionales, la octava es la invitada especial en esta gestión y viene de la mano del elenco colombiano La Máquina Poética”, detalla.

En su reseña de “El deseo”, pieza a presentarse por el destacado grupo cochabambino de El Masticadero, sostiene: “El deseo’ pone al espectador, gracias a un muy cuidado concepto escenográfico, en un espacio ideal, de cautivantes tonos pasteles, simulando el Edén (una referencia bíblica para nada azarosa), un paraíso inexplorado, quizás inexistente, pero también el principio de todo, en especial de nuestras propias ficciones, esas que se crean en el cotidiano, y la de los intérpretes. En ese contexto, Claudia Eid pretende explorar el génesis, el descubrimiento de la sexualidad y su orientación. Una ambición pretenciosa, por la dimensión del cometido, y un terreno cenagoso, en lo artístico, por la facilidad con la que la corrección política y los términos reivindicativos pueden llegar a ser predecibles, a niveles casi panfletarios”.

A fin de realzar el nombre del festival, recordemos asimismo que Bertolt Brecht ha sido, sin duda, uno de los más influyentes dramaturgos del siglo XX. Nacido en Alemania el 10 de febrero de 1898, de una madre enferma de cáncer y un padre encargado del molino local, el joven y enfermizo Bertolt pasó varios años de su vida en un sanatorio, con problemas cardíacos congénitos y un tic facial.

A los 16 años, escribió su primera obra. A los 23, se graduó como médico, sirviendo en un hospital del Ejército alemán. Comenzó a interesarse por el marxismo, que influiría enormemente su obra y su vida. En 1921, produjo su primera obra, “Baal”. Al año siguiente, “Tambores en la noche” le traería su primer éxito. Su obra más conocida es “La ópera de tres centavos”, en colaboración con el músico y compositor Kurt Weil.

Tras la llegada al poder de los nazis, Brecht marchó a Zurich, y luego a Dinamarca. En 1935 le despojaron de su ciudadanía. El avance nazi le obligó a seguir escapando hacia Suecia, Finlandia y Los Ángeles, en 1941, donde comenzó a trabajar en la industria del cine. La principal contribución de Brecht al teatro es la idea de "teatro épico". Él creía que era errado el inducir al público a identificarse con los personajes de la escena. Para combatir este problema, Brecht usó el llamado "distanciamiento", una serie de recursos teatrales para evitarnos olvidar que asistimos a una representación. Murió de un ataque de corazón en 1956.