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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Pre y cumbre de culturas a vuelo de cóndor

Pre y cumbre de culturas a vuelo de cóndor
Es muy común en el medio boliviano que, cuando se cambian autoridades, se tiene que volver a empezar de cero y rehacer el trabajo desarrollado, descartando los procesos anteriores. Es el caso del Ministerio de Culturas, donde se había logrado avanzar con Groux y Machicao en la Ley de Culturas.

Cuando la administración de Alanoca planteó la realización de una cumbre de culturas, había ya un proceso gestado por el movimiento de culturas en red que trabajó junto con técnicos del Ministerio en una propuesta de ley. A esto se suman los dos congresos nacionales de culturas desarrollados en 2015 y 2016, con una significativa e histórica participación de diversos sectores culturales de todo el país, incluidas las provincias. En estos encuentros se trabajaron varias propuestas de normativas y planes de trabajo que puedan guiar el quehacer cultural de nuestro país.

No venimos de cero, y es que todo este trabajo que actualmente se está desarrollando con las precumbres en las ciudades debe considerar los principios irrenunciables, que son el producto de estos años de trabajo, diálogo y participación ciudadana que han tenido la capacidad de rescatar el sentir de los diversos sectores que hacen cultura, considerando sus necesidades, demandas, horizontes y propuestas.

Por ejemplo, para la Ley Marco de Culturas, se plantea, entre otras medidas, garantizar el ejercicio de los derechos culturales y la autodeterminación, promover la corresponsabilidad con la sociedad civil organizada, normar la construcción de un plan nacional de culturas y garantizar un presupuesto digno, promover la protección efectiva del artista, su inclusión en la seguridad social y el reconocimiento de los derechos laborales; incentivar el uso de espacios públicos en desuso, invertir en investigación, revisión del sistema tributario, fortalecer la circulación de bienes, servicios y expresiones culturales; y proteger la creación intelectual con sistemas alternativos.

No venimos de cero, y así como un cóndor que alcanza alturas insospechadas, esperamos que al momento de aterrizar este esfuerzo de las pre y cumbre de culturas llegue a tierra alimentado de los principios irrenunciables, como una energía que moviliza y consagra un proceso participativo.