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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Baudoin: Literatura boliviana es más internacional desde hace 25 años

Baudoin: Literatura boliviana es más internacional desde hace 25 años

La escritora boliviana Magela Baudoin, ganadora en 2015 del II Premio Hispanoamericana de Cuento Gabriel García Márquez con "La composición de la sal", considera que "desde hace 25 años la literatura boliviana ha decidido saltar la insularidad en la que estaba para darse a conocer al mundo".


Baudoin piensa que ese proceso tiene su constatación última en una realidad: "En la cuarta edición del Premio Hispanoamericano de Cuento García Márquez había dos escritores bolivianos entre los trece finalistas preseleccionados, Edmundo Paz Soldán y Liliana Colanzi, esta última ya entre los cinco finalistas".

En una entrevista concedida a Efe, Baudoin señala que "esta evolución de la literatura boliviana tiene que ver con su mediterraneidad y la conexión con los circuitos comerciales".

Pero a pesar de esa insularidad, Bolivia fue capaz de dar a la literatura escritores como Augusto Céspedes, una de las cumbres del cuento latinoamericano, que formó parte de la llamada generación del Chaco.

Y desde principios del siglo XX, la literatura boliviana está, a juicio de Baudoin, llena de perlas como Ricardo Jaimes Freyre, padre del modernismo latinoamericano; Franz Tamayo, Yolanda Bedregal o, más recientemente, Edmundo Mitre.

En "La composición de la sal", que acaba de publicar en España Navona, todos los cuentos relatan situaciones de la vida cotidiana en las que aparentemente no pasa nada, pero por debajo están a punto de colapsar, y se sitúan en esa zona en la que se juegan el afecto y la fricción humana, las heridas y las cicatrices, lo que se dice y lo que no se dice.

"Si hay un lugar vindicado en mi literatura es la inmigración, la no pertenencia a un lugar", confiesa Baudoin, boliviana de nacimiento y venezolana de adopción.

La autora escribe desde ese espacio personal, Venezuela y Bolivia, pero también hay otros países en sus libros o circunstancias narrativas, con un narrador Ulises, que "sale y busca" o Edipo, que "busca su propio universo".

Los cuentos de "La composición de la sal" fueron escritos, indica Baudoin, durante cuatro años hasta que vio que compartían una atmósfera y que respondían a una poética particular de ese momento.

La metáfora de la sal del título, comenta, esconde una "ambivalencia poética", pues "la sal, como la vida, te puede dañar o te puede curar, y esa doble lectura permitía construir un hilo conceptual".

Reconoce Magela Baudoin que hay un espacio de su escritura que tiene que ver con "la reelaboración de la memoria, lo que deja o transforma el olvido, porque allí siempre hay una ficción".

Aunque escriba habitualmente desde una experiencia personal, crea también desde un espacio lúdico y, como periodista, "desde el espacio de la curiosidad".

Baudoin se muestra interesada en "las diferentes formas del realismo" y pone su atención de manera especial en el espacio de lo pequeño, "las pequeñas verdades de lo doméstico, como Chejov".

En ese sentido, se inclina por "aquello que desestabiliza la normalidad" y por eso su interés por "la memoria, que viene al presente para perturbarnos".

Más que por un personaje en concreto, Baudoin pone el acento en las relaciones, "cómo se transforman, cambia la polaridad de sus poderes y cómo es posible que esos personajes puedan cruzar líneas que nunca creerían que cruzarían".

Con respecto a su profesión, Baudoin asegura que "el periodismo confiere gimnasia escritural y aprendes a escribir bajo presión", pero también agradece al periodismo "la jerarquización de la realidad" y la curiosidad, "siempre útil para espiar la realidad y narrar algo".

En la actualidad, Baudoin está escribiendo una novela y un libro de cuentos, "una doble dinámica creativa" que le ayuda mucho, pero tiene claro que "el cuento no es un género menor, sino que es como cambiar de velocidad".