Cada año, desde hace poco más de tres décadas, el municipio valluno de Aiquile, rebasa por tres días sus calles de música y festejo, celebrando el encuentro más importante de charanguistas en el país.

La Feria y Festival Nacional e Internacional del charango cumple este año 34 años de realizarse ininterrumpidamente, desde que, en noviembre de 1984, un grupo de jóvenes aiquileños, entusiasmados por el folclore, organizó la primera edición de esta fiesta cultural con la colaboración del Centro de Residentes Aiquileños en La Paz, y personalidades culturales provenientes de esa región valluna. Este año se celebrará del 2 al 4 de noviembre.

El reconocido charanguista nacional Alejandro Cámara ha participado, si no en todas, en un gran número de ediciones de este encuentro. Ya sea como concursante o como jurado. Ha interpretado ahí composiciones suyas, y las ha oído interpretadas sucesivamente por músicos de nuevas generaciones, y por ello se siente honrado.

A su criterio, este festival ha evolucionado muchísimo, y su crecimiento ha sido más que notorio en la cantidad de participantes, espectadores, categorías, y la variedad de modelos de charango que se construyen para ser expuestos en estas fechas. Por otro lado, el músico considera que la fiesta es una importante palestra para los músicos jóvenes “que tienen propuestas muy interesantes”, dijo.

El festival cuenta con las categorías Infantil, Juvenil, Adulto e Internacional, para los intérpretes, y los lutiers compiten entre K’alampeado, Selecto, Walaycho, Ronroco, Tallado y Extravagante.

Aiquile aprovecha, además, para promocionar su gastronomía y sus atractivos turísticos, además de exponer la infinidad de variantes de sus instrumentos en el Museo del Charango, que incluye microesculturas, charangos con enormes cuernos tallados, e incluso otros construidos utilizando cascarones de huevo de avestruz como cajas de resonancia.

Gastronomía

Junto al Festival de Charango se realiza la Feria del Uchuku Aiquileño, un plato tradicional de este municipio.