Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 06:46

CIUDAD SUSTENTABLE

Inspección técnica y contaminación

Inspección técnica y contaminación
La pasada semana, la Gobernación expuso nuevamente algunos datos relacionados con el parque automotor existente en departamento de Cochabamba. Se dijo, por ejemplo, que el 55 por ciento de la población se desplaza a diario en transporte público; que cada día se realizan alrededor de 1.9 millones de viajes; que el municipio con mayor desplazamiento en el departamento es el de Cochabamba (provincia Cercado), con el 64 por ciento de los viajes. Además, se dijo que en el departamento existen alrededor de 270.000 vehículos, de los cuales el 80 por ciento se concentra en la región metropolitana, y que el parque automotor provoca el 80 por ciento de la contaminación atmosférica. Asimismo, la Universidad Católica ha publicado que el año pasado ocurrieron 174 muertes relacionadas con la contaminación del aire, expresadas como enfermedades pulmonares (IRA) y complicaciones por respirar material particulado, que ese mismo año alcanzó un promedio de 57 microgramos por metro cúbico, siendo la recomendación de la Organización Mundial para la Salud (OMS) un valor máximo de 27 ug/m3 anual. Esto revela otra vez más y por esta fuente la crítica calidad del aire que se respira en la ciudad de Cochabamba.

Por otro lado, como tradicionalmente acontece cada año, en estos días se está llevando a cabo el periodo de tres meses de inspección técnica vehicular, cuyo costo es de 30 bolivianos por unidad. De inmediato salta a la mente las interrogantes por el impacto y la contribución de esta “medida técnica” en la prevención de la contaminación del aire, si se reconoce que el 80 por ciento de la contaminación atmosférica es causada por el parque automotor. Sin entrar en mayores detalles técnicos, la idoneidad de esta inspección se relativiza cuando era posible ver en las calles y avenidas de la urbe vehículos privados y públicos visiblemente en “mal estado técnico”, con exceso emisiones de humo por escapes, con iluminación automotriz incompleta, faltantes de autopartes, etc., pero luciendo la roseta de inspección técnica. Este año, la roseta es electrónica, está relacionada con la base de datos de la Agencia Nacional de Hidrocarburos y no se podrá evidenciar esta recurrente anomalía.

Corresponde seguir evaluando el alcance y la efectividad de la inspección técnica vehicular, si la calidad del aire no mejora, si los vehículos en mal estado siguen funcionando. Hay que evaluar también la cantidad de dinero que se recauda por esta medida.