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  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
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Desfalcos y estafas

Desfalcos y estafas
En menos de un mes se han denunciado tres casos de desfalco y estafa, uno en el Banco Unión, otro en el Ministerio de Defensa y, recientemente, en la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (EMAPA), situación que es altamente preocupante que devela falencias en el control y la necesidad de hacer ajustes inmediatos. Asimismo, de asumir acciones legales contra todos los responsables, sin importar de quién o de quiénes se trate.

El primer caso se conoció a finales de septiembre, cuando se denunció el desfalco de 37.6 millones de bolivianos en una agencia del Banco Unión en la población de Batallas, en La Paz, protagonizado por el jefe de Operaciones, Juan P.M., quien actualmente está encarcelado. Pero las pesquisas, con el pasar de los días, revelaron que otras personas de la misma entidad financiera y familiares del principal imputado estaban aparentemente involucradas, por lo que hasta la fecha hay 13 recluidos.

Este caso ha puesto bajo la lupa los controles que se ejercen en la banca, aunque la Asociación de Bancos de Bolivia (Asoban) ha asegurado que "en las entidades de intermediación financiera siempre hay controles internos que debieran haber evitado ese tipo de riesgos, pero también que de vez en cuando se suscitan vulneraciones al sistema de seguridad", según el diario El Deber.

Asimismo, la entidad ha indicado que el hecho ocurrido en el Banco Unión no afecta a la credibilidad del sistema financiero, pero que de todas maneras se deben reforzar los controles en los sistemas informáticos.

Compartimos esta necesidad de asumir mayores medidas para evitar hechos como del Banco Unión. Sin embargo, es importante que la entidad que regula también adopte otros mecanismos de fiscalización.

Llama la atención que ejecutivos de la entidad financiera no se hayan dado cuenta cómo el principal acusado estaba haciendo de las suyas, cuando a través de su cuenta de Facebook ostentaba las compras que hacía y la nueva vida de millonario que llevaba.

Por otra parte, y a pocos días de conocer el caso del Banco Unión, se denunció otro desfalco, esta vez en el Ministerio de Defensa por más de 3 millones de bolivianos. Producto de este hecho, hace poco un militar fue enviado a prisión por delitos de encubrimiento, incumplimiento de contratos y legitimación de ganancias ilícitas. Asimismo, y antes de la captura del uniformado, otros seis implicados también fueron recluidos.

Este caso no deja de ser también preocupante porque aparentemente al interior del Ministerio de Defensa se conformó una red delincuencial que hábilmente logró desfalcar una considerable cantidad de dinero.

Este hecho debe servir de alerta para reforzar los controles no solo en el Ministerio de Defensa sino en los otros ministerios, si acaso se quiere evitar mayores escándalos que pongan en entredicho la calidad de funcionarios que existen.

A ambos casos, recientemente se sumó otro, pero de presunta estafa de 150 mil bolivianos. El delito, nada más ni nada menos en la estatal Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (EMAPA), donde el viernes se aprehendió a seis personas, tras la intervención de sus oficinas en La Paz y Santa Cruz.

Según los ministros de Justicia, Héctor Arce, y de Desarrollo Productivo, Eugenio Rojas, Pablo A., presunto representante de la organización productiva CIOEC, logró beneficiarse con la compra de maíz subvencionado que según él estaba destinado a 13 supuestas granjas agrícolas en Santa Cruz. Actualmente el acusado se encuentra prófugo.

“El maíz nunca llegó a las agencias agrícolas. Esta situación la habría realizado con la complicidad de servidores públicos (de EMAPA) en contra de los cuales ya se ha presentado denuncia”, dijo Arce, según la agencia ANF.

Esperamos que estos tres casos sean del todo esclarecidos y que las autoridades llamadas por ley apliquen drásticas sanciones para evitar que otros funcionarios se atrevan a cometer delitos.