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  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
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Genios y el despegue de la robótica en Bolivia

Genios y el despegue de la robótica en Bolivia
Fabricó su propia mano robótica y entregó más de una docena a niños que nacieron con algún problema en los brazos. Leonardo Viscarra, de 14 años, se hizo conocido tras ser entrevistado en marzo de este año por la agencia española de noticias EFE.

Este adolescente nació con el denominado síndrome de la banda amniótica, una afección que le impidió desarrollar parte del antebrazo izquierdo.

En un Informe Especial publicado por OPINIÓN el domingo 30 de septiembre, Leonardo confesó que cuando era niño soñaba con tener un brazo robótico similar al de Iron Man, película protagonizada por Robert Downey Jr, objetivo que consiguió gracias a su esfuerzo y el apoyo de sus padres.

Leonardo no es el único talento que emerge en el país. Otro caso emblemático, también amplificado por la prensa internacional es el de Esteban Quispe, de 19 años, el genio de Patacamaya, La Paz, quien arma robots desde que tenía ocho años, con piezas que hallaba en el botadero de esa localidad.

Sin embargo, el esfuerzo de estos niños y jóvenes genios caería en saco roto, si no se contara con eventos tecnológicos en los que puedan demostrar sus trabajos, uno de ellos concluye hoy en la Universidad Mayor de San Simón, la III Feria Universitaria de Investigación Científica y Tecnológica.

En esta feria, ingenieros de la Universidad Técnica de Oruro (UTO) exponen una prótesis mecánica de mano que funciona con bioseñales de músculos para pacientes que perdieron el brazo.

El jefe de Laboratorio de Electrónica Digital y Microcontroladores de la UTO, Gustavo Guzmán, explicó a OPINIÓN que se trata de un prototipo mioeléctrico que mejora el diseño de la prótesis de Leonardo Viscarra.

El fin último de estos innovadores es facilitar la vida de las personas que por alguna circunstancia tienen alguna discapacidad en sus miembros, fabricando prótesis a precios razonables o para entregarlos en forma gratuita.

El talento de los bolivianos ha trascendido las fronteras del país. Un equipo de Sucre, integrado por cuatro estudiantes, representó a Bolivia en un mundial de robótica en Estados Unidos y se ubicó entre los cinco primeros de Sudamérica, en una competencia realizada entre el 14 y 18 de julio de este año.

De un tiempo a esta parte, el Gobierno y algunas instituciones privadas han decidido apoyar con fuerza a las personas que trabajan en robótica. Un ejemplo de ello es, según el ministro de Educación, Roberto Aguilar, las Olimpiadas Científicas Plurinacionales que, a decir de la autoridad, se convierte en una vitrina para los estudiantes talentosos.

Y las entidades privadas no quieren quedar rezagadas. La Fundación Infocal organiza desde hace tres años la Feria de la Robótica. La última versión, realizada en junio de este año, contó con la presencia de jóvenes ingeniosos de colegios y universidades de Cochabamba, El Alto, Sucre y Siglo XX, entre otros.

Un trabajo que se destacó en esta feria fue la desarrollada por un equipo de la Universidad Siglo XX, un programa para facilitar la comunicación entre sordomudos mediante un guante que reconoce el lenguaje de señas y lo convierte en palabras, como texto.

Otra revelación de ese evento es la niña Elyn Maya Mamani, de siete años, quien presentó las orejas robóticas de gato, que se mueven en forma autónoma gracias a servomotores, arduinos y piezas fabricadas en una impresora 3D.

Sin embargo, un pedido coincidente de estos genios es mayor apoyo de las autoridades del Gobierno central, las gobernaciones y los municipios del país.

La robótica en Bolivia es aún incipiente, con relación a otros países que han iniciado esta carrera hace décadas; sin embargo, lo importante es haber dado el primer paso. Ahora resta encaminar esta ciencia con firmeza para desarrollar la industria nacional. Talento no falta y esfuerzo tampoco, según las autoridades.