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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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IDENTIDAD DE GÉNERO

Las batallas de los niños trans por la vigencia de sus derechos

Gonzalo y Luana reflejan la vivencia de las personas que nacieron con un sexo que no coincide con su identidad. Hay avances, pero también muchos prejuicios que superar.<BR>
Las batallas de los niños trans por la vigencia de sus derechos



Gonzalo, de 13 años, logró, con ayuda de sus padres, que el Ministerio de Salud de Argentina abra el primer centro de hormonación especializado en “niños trans”, que funciona en el hospital Sor María Ludovica de La Plata. Gonzalo eligió ese nombre primero en su perfil en redes sociales y a los 12 años les dijo a sus padres que ya no quería ser niña.

Gonzalo es un adolescente "transgénero", o “trans”, porque no se identifica con el género de asignación en el momento de su nacimiento.

La ley de identidad de género de la Argentina dispone, entre otros lineamientos, que toda persona puede "solicitar la rectificación registral del sexo, y el cambio de nombre de pila e imagen, cuando no coincidan con su identidad de género autopercibida".

Para Gonzalo y su familia, rectificar el nombre en la partida de nacimiento, en el colegio y el conservatorio no fue difícil, según relataron a La Nación.

A los 13 años, los especialistas le recomendaron a Gonzalo inhibidores hormonales, que bloquean el avance de los caracteres secundarios femeninos y vuelve el cuerpo a un estado prepuberal. En el hospital pediátrico rechazaron la atención, pero tras la denuncia del hecho en el Observatorio de Violencia de Género de la Defensoría del Pueblo de la Provincia, se logró el cambio. El Ministerio de Salud, que en principio dijo que atendería a Gonzalo cuando se formara un equipo especializado, aceptó garantizar la atención integral de los niños trans y a capacitar al personal para cumplir con el artículo 12 de la ley 26.743 que asegura trato digno.

El Programa de Implementación de Políticas de Género y Diversidad Sexual de Argentina informó que en el último año se han creado 12 nuevos centros de salud que asisten a personas trans en forma integral y que ofrecen tratamientos gratuitos de hormonación.

Argentina está a la vanguardia en la atención de niños trans. En 2013, sin hacerle juicio al Estado argentino, Luana obtuvo su documento con el cambio de género de varón a mujer y el nombre que había elegido. Luana es considerada la primera niña trans del mundo que obtuvo su cédula de identidad a los seis años. Ella nació con genitales masculinos pero nunca se sintió varón. A los dos años definió su identidad sexual. Con un balbuceo, dijo: "Yo nena, yo princesa". Los “tratamientos” para que dejara de intentar ser niña fueron inútiles y Luana fue la primera niña trans aceptada en un jardín infantil. Sus padres acompañaron su educación y pidieron a la maestra que, además de los modelos varón y mujer, enseñe que hay mujeres con pene y hombres con vagina.

“Por lo menos de la cintura para arriba es normal”, dijo un cardiólogo que le hizo a Luana un examen para el equipo de patinaje.

Al próximo año, Luana podría iniciar la terapia hormonal para frenar el crecimiento de las características masculinas. “La ley es vanguardista, y garantiza derechos, pero no se acompaña de políticas públicas que formen ni informen a la comunidad”, señaló la madre de Luana a el Clarín.

2012

Se aprueba la norma

La Ley Nacional de «Identidad de género» de Argentina permite rectificar la partida de nacimiento y la cédula conforme a la “identidad de género autopercibida” y garantiza, de forma gratuita, las intervenciones quirúrgicas y/o tratamientos hormonales.

El cuento de un osito transgénero

Jessica Walton se dio cuenta que no existían cuentos que explicaran a los niños qué era la transgeneridad. Por ello, escribió un cuento para niños en el que la amistad y la empatía les ayudaran a comprender la identidad de género de las personas trans, según el portal www.desastre.mx

Así nació “Presentando a Teddy: Una historia sobre ser tú mismo", que cuenta la historia de Teddy, un oso de peluche que es el mejor amigo de un niño llamado Errol. A lo largo de las páginas, los niños descubren que el pequeño oso es transgénero y que realmente se identifica como la osa Tilly. La identidad de género de Tilly no se interpone ni cambia la amistad con sus amigos. Todos comprenden la situación de la mejor amiga de Errol y la ayudan a celebrar su identidad y enseña a los niños el valor de la aceptación y la tolerancia.

El 41.3 por ciento se define de cero a cinco años

SANTIAGO DE CHILE La primera encuesta sobre situación de personas trans en Chile dice que el 41.3 por ciento reconoce su condición entre los cero y cinco años.

Un 15.6 por ciento declara haber reconocido su identidad de género entre los 12 y los 18 años, en tanto que el 39.4 por ciento lo reconoce entre los seis y 11 años. Eso permite mostrar que no es un fenómeno que suceda en la adultez. “Las personas trans comienzan a vivir y percibir la incongruencia entre su identidad y su sexo desde niños”, señala a La Tercera el profesor asociado de Psicología de la Universidad de Santiago, Jaime Barrientos.

El trabajo implicó dos años de investigación y fue realizada por la Asociación Organizando Trans Diversidades (OTD Chile) e investigadores independientes, y contó con el financiamiento de la embajada de EEUU, como parte del programa Global Equality Fund.